Belleza y drama se fusionan en el volcán Kawah Ijen en la isla de Java, en cuyo cráter, guarida de espíritus malignos, mora un lago bellísimo de aguas color azul turquesa. Junto al mismo, una de las minas de azufre más importantes del país cuya explotación data de 1968.
Son doce toneladas diarias de azufre que se extraen manualmente. Los trabajadores, sin ningún tipo de protección, arrancan los bloques de azufre que luego portearán hasta la cima. En cada viaje pueden acarrear sobre sus hombros, alrededor de ochenta kilos.
Las emanaciones sulfúreas son altamente peligrosas, dañando mucosas, garganta y ojos, además de los pulmones. La esperanza de vida de los que allí trabajan, apenas llega a los 45 años. Por este trabajo cobran el equivalente a 2 euros diarios.
Elena, mi alma en vilo de ver estas imágenes.
Gracias por tu sentir Lola. Abrazo grande.