En una conversación durante una caminata matutina, el Maestro dijo:
La alegría está llena de riquezas. Pero aun así debe convertirse en compasión. Con la alegría ustedes toman algo, pero con la compasión, ustedes dan algo de sí mismos.
Aquel que no conoce el sacrificio, no conoce todavía el Amor.
La siguiente Ley se aplica al sacrificio: Aquellos que se sacrifican, permanecen eternamente vivos y en crecimiento.
El Amor implica dos cualidades: desinterés e inteligencia elevada. Aquella persona que posee Amor Divino tiene poder y conocimiento.
Otra Ley dice: O ustedes renuncian a sí mismos, o serán forzados a hacerlo. O se sacrifican a ustedes mismos, o serán forzados a hacer sacrificios.
Servir está por encima de aprender porque el que sirve posee conocimiento, mientras que el que aprende está comenzando a obtener conocimiento en el momento.
Cuando reciben una bendición, deposítenla en el Banco Divino. Si la llevan consigo, serán robados. El Mundo Astral está lleno de ladrones al acecho.
No piensen que ser bueno es logrado en una sola vida. Una persona buena ha sido el objeto de trabajo para que pueda llegar a serlo y para que pueda cultivar caridad, servicio, humildad y otras virtudes dentro de sí. No crean que, si uno ve a una persona compasiva y quiere imitarla, eso podrá ser logrado de inmediato. Poco puede lograrse en una sola vida.
Muchos me dicen que no saben que hacer y que las cosas no les están saliendo bien. Si yo estuviese en su lugar, yo buscaría dos hermosos cantaros de arcilla. Luego iría a donde hay muchas personas y les ofrecería agua. Y a medida que ustedes sean de servicio para estas personas, las cosas les irán mejorando a ustedes.
Debemos comenzar con las cosas pequeñas del mundo. Aquel que riega una flor puede voltearse hacia Dios. Él tiene un buen corazón. Es una persona de carácter noble y está en el buen camino.
Desde mi punto de vista, el amor hacia los semejantes debe ser expresado del mismo modo que los manantiales que fluyen en la naturaleza. Cuando vayan a las montañas, observen como fluyen los manantiales. El Amor hacia los demás debe fluir, tal como en el manantial, bajo la forma de una corriente extensa e ininterrumpida. Cuando llega a un área seca y dura, el agua la ablandará.
Amar a otros implica trabajar para ellos. El Amor implica trabajar para los demás.
Beinsa Douno.