La destrucción de la naturaleza como la principal causa de las enfermedades infecciosas.

A la búsqueda de los orígenes de la pandemia, ante todos los enfoques conspiranoicos, hemos tratado siempre de democratizar responsabilidades. No tanto una élite que juega en un escondido y remoto laboratorio con nuestro destino, como la responsabilidad de toda una civilización materialista, consumista e individualista alejada de la Madre Naturaleza, sus Ritmos y Leyes sagradas. Os animamos a leer este artículo de la Dra. Catherine Dougnac, subdirectora Científica de Wildlife Conservation Society Chile, que básicamente achaca la pandemia del COVID 19, desde una perspectiva científica al tiempo que sencilla y didáctica, a nuestra desconexión con la Naturaleza.

Adjunto en primer término las conclusiones del estudio y en segundo lugar el artículo entero. Corre tanta información que uno es algo reacio al socorrido “Pásalo”, pero esta vez creo que sí merece la pena invitar a ello. El artículo plantea al fin y al cabo la necesidad de reorientar nuestra civilización hacia la armonía para con nuestra Madre Naturaleza. El no hacerlo ya estamos desagraciadamente constatando las consecuencias que conlleva. (Información gentileza de Elena Valenzuela):

“El objetivo debe ser siempre la salud del ecosistema. Respetar la naturaleza, ser cuidadosos con los límites, abogar por las actividades productivas sustentables y educar a la población, no solo previene enfermedades, si no que asegura nuestro futuro y el de las nuevas generaciones. El planeta tiene un tamaño determinado, las especies requieren ciertas condiciones mínimas para mantenerse saludables, hay límites. La ciencia, y todas sus ramas, permite entender estos límites planetarios y nos explica qué puede pasar si no los respetamos, nos ayuda a buscar soluciones y a prevenir potenciales desastres.
Espero que todo esto a lo que nos estamos enfrentando sea el inicio de un cambio de conciencia a nivel personal y, sobre todo, global: no me puedo separar de la naturaleza por más que lo intente, la necesito saludable, y todas las decisiones que tomo la afectan y, por lo tanto, me afectan a mí de vuelta y a los demás. No importa lo mucho que nos guste marcar fronteras y trazar límites a nuestras propiedades, somos todos uno.
Creo que ésta es la mejor lección que nos dejará el COVID-19: no importa qué tan distinto y distante te sientas del resto del mundo, nadie se salva solo. Juntos nos complementamos, crecemos, aprendemos, nos salvamos, o no. Estamos conectados.
La destrucción de la naturaleza es la principal causa de emergencia de enfermedades infecciosas en el mundo. Esto no es una opinión. Es ciencia.”

https://laderasur.com/…/la-destruccion-de-la-naturaleza-c…/…

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