SOBRE EL DINERO
I
El dinero no es la causa de todos los crímenes como se cree en general. El dinero sólo es un medio, un instrumento. Es el hombre quien, a través de él, trata de satisfacer sus apetencias, y como normalmente lo hace a costa de los demás, se producen intrigas, luchas, crímenes. Suprimid el dinero, poned cualquier tipo de cambio en su lugar, siempre que el hombre esté lleno de debilidades, de deseos inferiores y de pasiones, se presentarán los mismos problemas.
Por lo tanto, el dinero no es culpable, sino el hombre que no está iluminado y que no sabe cómo manejarlo, cómo servirse de él, ni por qué razón, ni con qué fin. El dinero en sí no es ni bueno ni malo, es neutro. Si posee tanto poder, se debe a que los humanos se lo han dado. Si un día decidiesen quitarle este valor y dárselo a cualquier otra cosa, empezaría la misma historia, con las mismas tragedias, los mismos engaños, las mismas subidas… ¡y las mismas caídas!
Puesto que los humanos han dado valor al dinero y este valor permite la satisfacción de una cantidad de necesidades, todos se concentran en este medio natural para procurarse aquello que necesitan; lo cual es normal, natural. Pero pueden encontrarse otras monedas de cambio. Puede que en el futuro no haya dinero: la moneda será el amor… sí, porque el amor es una moneda superior al oro.
Pero aún es pronto para que la humanidad llegue a esas concepciones, y puesto que el dinero existirá aún durante cierto tiempo, será necesario aprender a pensar correctamente sobre este asunto, para no caer nunca en el engaño. Hay que saber cómo considerar las cosas, eso es todo. Tener dinero no es malo. ¿Cómo ayudaréis a los demás si no tenéis dinero? Tenéis amor en vuestro corazón, lo cual está muy bien, pero materialmente nada podéis hacer por los demás si sólo tenéis amor… Estoy hablándoos como si debiera convenceros, pero no debo preocuparme en cuanto a esto, está muy claro en vuestras cabezas: todos estáis de acuerdo en que hay que tener dinero. Sí, pero la cuestión está en saber cómo hay que comportarse con el dinero, cómo hay que emplearlo. Cuántas veces os he dicho: tomad el dinero, metedlo en la caja fuerte o en vuestro bolsillo, ¡pero jamás en vuestra cabeza! Si lo ponéis ante vuestros ojos como un ideal a alcanzar a cualquier precio, si lo metéis en vuestra cabeza como un guía, os dará malos consejos y os perderéis.
Omraam Mikhaël Aïvanhov.