Abre los ojos de par en par a la luz para que pueda penetrar más fácil y libremente, porque la luz alivia y sana. El ser humano debe agradecer constantemente al Creador por darle y mantener los ojos con los que puede contemplar la naturaleza y hacer contacto con ella.
A menudo elevar la mirada hacia el cielo y demos las gracias, con toda nuestra alma, por los grandes bienes que se nos dan. Sea con quien sea que te encuentres en tu camino, ve en él la presencia de la Aquel que creó el universo. Ver en todos, la presencia de Dios. Incluso durante las más grandes contradicciones y pruebas, recuerden que el Principio Divino funciona en ustedes y en todos, para bien.
Esta es la nueva Enseñanza, que todos abran sus corazones e intelectos a la gran vida y se den cuenta de la verdad que se les ha puesto desde el principio.
El Maestro nos dice que durante la sexta raza, se formará un nuevo sentido perceptivo en el hombre, una red especial a través de la cual el fabuloso mundo del espacio se volverá perceptible para él.
Cuando se forme esta red, la conciencia humana será capaz de percibir la segunda octava de colores. Los colores emiten vibraciones mecánicas y también otras, orgánicas y psíquicas. Debemos estar listos para recibir esta luz. La luz actual es sólo la antesala de la nueva Luz.
Cuando los ojos del hombre se abran a este nuevo órgano, descubrirá que hay cosas maravillosas en el aire, invisibles hasta el momento. Cuando miras a el aire con los ojos de tu cuerpo, no ves nada y sientes que el aire es transparente; pero cuando el hombre comience a percibir la nueva luz, descubrirá un mundo completamente nuevo.
Beinsa Douno.