La conexión de los ojos.

Todos los Hijos unidos de Dios, todas las almas altamente inteligentes que viven en la unión divina, eso es lo que Cristo es.

La venida de Cristo a la tierra es el acontecimiento más importante en la historia de la humanidad. Es un acontecimiento excepcional, por lo que contiene, y por su significado. La idea fundamental de la vida humana está estrechamente ligada a ella, a la idea de la inmortalidad, la idea de la vida eterna.

Y los esfuerzos de toda   existencia humana hoy en día se dirigen sólo hacia esta meta: adquirir la inmortalidad, entrar en la vida eterna.

Y la vida eterna dice: «Cristo es conocerte a ti mismo, a el único Dios verdadero y a Él que se manifestó en Jesucristo.»

Conocer a Dios es conocer a Cristo. ¿Conocían los hombres a Cristo cuando apareció hace dos mil años?, ¿Y lo conocen aún más hoy?

Cuando la verdad aparece en el mundo, ella no aparece con un suntuoso abrigo real, lleva la ropa más simple.

Y es porque que Cristo también apareció en bajo una apariencia muy ordinaria, hace dos mil años, que los hombres no podían conocerlo. Pero estas son las leyes de este mundo.

Debido a que en apariencia estaba vestido simplemente, teniendo como todos los demás la apariencia de un hombre, sus discípulos ni siquiera lo conocían plenamente. Sólo dos o tres de ellos, durante la transfiguración de Cristo, vieron su rostro, es decir, su lado interior, que estaba escondido bajo el vestido exterior.

Cuando decimos la que la luz es indispensable para el ojo humano, debemos entender que las células del ojo están inmersas en la luz, indispensable a sus funciones.

Los ojos, un reflejo del alma, una de las grandes riquezas del ser humano que los une y armoniza con el mundo exterior, facilitan el equilibrio de las energías de su organismo.

Cuando los ojos reciben la luz sin impurezas y sin mezcla dañina, el cerebro funciona mejor. El ojo derecho está conectado a la mente, el de la izquierda al corazón y ambos ojos a la palabra. Su forma y tamaño nos permiten de detectar las cualidades y posibilidades del ser humano cuyas virtudes están en la forma. La luz también penetra internamente en el ser humano. Por lo tanto, debe evitar de mirar imágenes que reflejen lo negativo en la psique. La mente no debe ser abrumada por de manifestaciones humanas vanas y estériles. Cada impresión que llega al cerebro, a través de los ojos, deja su huella en las líneas de la cara.

Beinsa Douno.

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