Una mañana subimos al pico más alto junto al Maestro, y desde allí podíamos ver las montañas distantes en el horizonte de la alborada. Nosotros podíamos reconocer algunos picos y los saludamos como si fueran buenos amigos. Nos sentíamos cercanos a ellos y estábamos agradecidos por su presencia. Los valles estaban cubiertos de una neblina que escondía la comarca. Y aquí arriba, la cima brillaba en el claro cielo, iluminada por los primeros rayos del Sol. En este tranquilo momento un hermano preguntó: «Maestro, ¿Qué busca y desea el espíritu humano en sus esfuerzos más sagrados?»
El Maestro respondió:
Nosotros buscamos a Dios, el propósito de la Vida. En el presente todos buscan algo. ¿Que están buscando? Dios, la Gran Causa de la Vida. La Vida se origina en Dios. Dios habita dentro de cada ser viviente. Dios está dentro de cada uno de vuestros pensamientos.
Hay algo que las personas están buscando. Tienen sólo una aspiración. Buscan aquí y allá. Buscan continuamente, en una vida y en la siguiente, para hallar su ideal. Las personas buscan a Dios. El Amado del alma humana es Dios. Dios es el anhelo intrínseco del alma humana.
Cuando alguien experimenta sufrimientos y adversidades, esto muestra el esfuerzo del alma para expandirse y ver a Dios. Y cuando el alma Lo ve, ella estará lista para cualquier sacrificio.
El Maestro se apoyaba en una roca. El continuó:
Esta roca en la que ahora me apoyo ha esperado mil años por este momento. Los seres humanos también esperan miles de años por la visita de Dios.
¿Que buscan las personas en este mundo? Buscan a Dios. Uno puede ser consciente de esto o no. Cuando ustedes desean hallar a Dios, ustedes necesitan elevar sus pensamientos y sintonizar su «radio interior» a fin de hacer contacto con el Mundo Sublime. ¿Piensan ustedes que si la Imagen de Dios entra en sus almas no producirá un gran cambio dentro de ustedes?
Cuando alguien busca Amor, en realidad está buscando la Imagen Sagrada de Dios, buscando a Dios. Todos se hallan a la búsqueda de esta Sagrada Imagen.
Ustedes se preguntan por qué las personas se aman los unos a los otros. El amor entre dos personas es una expresión del Amor fundamental que existe entre Dios y el alma humana. Pero cuando el alma desciende a la Tierra, ella no despierta inmediatamente y no puede comprender esta relación de Amor primordial. Por eso expresa su amor hacia el primero que venga. Ustedes pueden amar a cualquiera, pero las consecuencias de ese amor dependen del objeto de sus amores. Si aman a un caballo, este amor tendrá ciertos resultados. Si aman a un árbol frutal, tendrán un resultado diferente. Pero cuando aman a Dios, los resultados de este Amor serán totalmente diferentes de los de cualquier otra expresión de amor.
Ustedes deben usar todas sus aspiraciones a fin de ver a Dios. Si ustedes le dicen a alguien que quieren comer, esto implica que deben encontrar a Dios en su comida. Treinta minutos con Dios son más va liosos que un millón de años sin El.
El Amor de Dios para con nosotros es como la niebla que viene del mar, y nuestro Amor para con Él es como el rio que debe regresar al océano. Si nada viene del mar, los ríos se secarían. Y, a fin de salarse, los ríos deben fluir hacia el mar. Cuando digo «salarse» me refiero al balance esencial del ser humano.
Primero uno debe aprender a beber de un manantial puro. Aquellos que están adictos al alcohol creen que no pueden vivir sin vino. Uno puede vivir sin vino, pero no sin agua. Es posible vivir sin amor humano, pero no sin Amor Divino. Ustedes deben pensar en Dios como el ser más magnifico y más grande en el Universo. Si ustedes piensan en El continuamente, Él se revelará a ustedes eventualmente. La solución se halla en el Amor. Fausto presentó una solución parcial a este problema. Fausto encontró satisfacción en trabajar para el bien de la humanidad. Él nunca llegó al Ideal de trabajar para Dios. En el contexto social, uno trabaja para el bien de la sociedad, para el bien de la humanidad. Pero en lo Divino, uno trabaja debido a nuestro Amor hacia Dios. Fausto no logró este nivel de comprensión.
El Amor hacia Dios es una Ciencia para los Seres Sublimes. Este es el Gran Camino por donde ellos han andado. Aquellos que aman al Gran Uno, la Gran Causa Creativa, y la Creación, cuando vayan al Mundo Invisible tendrán acceso a todos los lugares.
Yo deseo que todos ustedes se enamoren de Dios de modo que sus moradas se inflamen en los cuatro rumbos y sus corazones se llenen de Amor hacia Él. Flores, manantiales y cuerpos celestiales, todos ellos saben dónde se encuentra su Amado. Ámenlos y entonces ellos les dirán dónde encontrarlo. Ellos Lo conocen. ¡Ámenlos!
El Amor a Dios es la experiencia mística esencial que algunos experimentarán de un modo y otros lo harán de otro modo.
La existencia humana tiene significado por un solo motivo: llegar a conocer a Dios. El alma humana habita en El. Los seres humanos habitan en el Amor Divino, en el Amor de Aquel que se manifiesta a través del Universo. No crean que pueden alcanzar nada de importancia sin Dios. La grandeza sólo es alcanzada con la ayuda de Dios. Cuando lleguen a conocer a Dios, su rostro se iluminará. Cuando amamos a Dios estamos en el Paraíso. Cuando comenzamos a dudar de Él, esto es estar en el «infierno». Allí encontrarán miseria, oscuridad y frustración. El sufrimiento los seguirá a cada paso.
En este momento ustedes están en el Paraíso. Esfuércense en evitar cometer errores para que Dios no les pida que salgan de aquí. Cuando ustedes niegan a Dios, el sufrimiento sobreviene. Pero cuando comienzan a tener fe en El, todo sufrimiento se desvanecerá. Es posible vivir sin sufrimientos. ¡Como? Cuando lleguen a mar a Dios con toda su mente, con todo su corazón, con toda su alma y con toda su voluntad. De este modo ustedes comienzan a trabajar conscientemente en la transformación del sufrimiento en alegría. De otro modo, ustedes continuarán en una existencia transitoria, sin lograr alcanzar sus deseos. Ustedes envejecerán prematuramente. En las escrituras dice «Yo no los dejaré perecer». Esta es la experiencia de uno que ama a Dios.
Continúa…
Beinsa Douno.