Los hay que tienen posibilidad de manifestar un gran amor y un gran conocimiento, pero han trabajado poco. Todos los seres han sido dotados de igual manera, pero no se manifiestan de igual forma. Entonces tenemos posibilidades manifestadas y no manifestadas. Esto es lo que crea la diferencia entre los hombres y entre todos los seres vivientes. Para que el hombre manifieste sus posibilidades, necesita amor. Cuando el amor lo visita, su conciencia despierta, o sea, se ilumina. Entonces, el amor alumbra la conciencia de los diferentes seres, de acuerdo con el grado de su desarrollo. Los peces, las aves, los mamíferos, así como las personas, han tenido diferentes conceptos sobre el amor. Ni siquiera la gente de las distintas razas tiene el mismo concepto sobre el amor. Las cinco razas tienen cinco conceptos distintos sobre el amor; mas la sexta raza, que aparecerá en el futuro, tendrá un concepto totalmente diferente acerca de la nueva comprensión del amor.
Muchos se quejan de las contradicciones que encuentran en el amor. Esto es aparente, pues en el amor, como ya lo he dicho, no existen contradicciones. Si el hombre vive sólo en el amor físico, seguramente encontrará contradicciones. Aun si vive únicamente en el amor espiritual, también ha de tenerlas, e incluso también las tendrá si vive sólo en el amor divino. Pero si vive al mismo tiempo en los tres mundos y conoce las manifestaciones del amor, nunca las tendrá. Hasta que el hombre llegue a conocer las leyes del mundo físico debe pasar por 777 encarnaciones. En el mundo físico se entrelazan los otros dos mundos, el espiritual y el divino, y ambos se estudian simultáneamente. El propósito del hombre es estudiar las leyes del amor para poder recibirlas y transmitirlas correctamente. No hay cosa más grandiosa para el hombre que obtener el amor, mediante el cual podrá penetrar en la plenitud de la vida. Este hombre todo lo llevará en sí mismo. Cuando el hombre penetra en el ámbito del amor se encuentra como en medio de una bruma.
Peter Deunov.