Respiración Correcta.

La primavera había llegado. La Naturaleza se había despertado y su esencia fluía libremente. El Maestro aprovechaba toda oportunidad para guiamos hacia Su reino. Él nos presentó los métodos de la vida consciente que permiten a los seres humanos usufructuar la abundancia de la Naturaleza y entrar en comunión con Ella. Cuanto más despierta e iluminada este nuestra consciencia, tanto mayor será la abundancia que la Naturaleza  nos brinde.

Una mañana el Maestro analizó el concepto de la respiración correcta.

El aire es el elemento más fundamental de la vida que debe ser estudiado bajo las presentes condiciones. Todos y cada uno de nosotros debe comprender las Leyes que gobiernan al aire.

La respiración correcta implica la completa absorción de la energía presente en el aire. Si yo puedo lograr esto, yo habré alcanzado una meta y me regocijaré.

Cuando uno respira, uno debe observar la siguiente Ley: Amen el aire y recíbanlo con alegría. Este es el único modo en que podremos recibir las bendiciones que el aire provee.

Cuando ustedes exhalen, no debe quedar nada de aire en sus pul­ mones. El dejar aire en los pulmones durante la exhalación es la causa de numerosas enfermedades.

La respiración superficial acorta la vida. Si ustedes respiran más profundo, prolongaran su vida. Una persona que respira rápidamente morirá más pronto que si respirara más lentamente. Los enfermos de tuberculosis respiran de veinte a veinticinco veces por minuto, una persona sana debe tener tres ciclos respiratorios por minuto, y existen aquellos que solo tienen un ciclo respiratorio por minuto. Y están los adeptos que solo respiran una vez cada veinte minutos e incluso algunos que los hacen una vez por hora.

Aquellos que desean tener paciencia deben respirar profundamente. Cuanto más puedan contener su respiración, tanto mayor será su paciencia. A través de la respiración correcta, ustedes pueden deshacerse de condiciones mórbidas, ya sean físicas o mentales, y gradualmente traer balance hacia su fuerza vital y, al mismo tiempo, ser revitalizados. Una vez que hayan alcanzado el balance interno, ninguna condición externa o ninguna influencia externa podrá desviarlos de su camino.

Además de oxígeno, los seres humanos reciben fuerza vital, prana, a través de la respiración correcta y también nuevas ideas. Esto puede lograrse siguiendo

ciertas reglas.

Yo les recomiendo la respiración profunda. Dirijan su consciencia hacia Dios y comiencen a respirar rítmicamente. Mientras inhalan y exhalan, repitan una oración o mantra en su mente. Esto aumentara su habilidad para recibir las fuerzas sublimes escondidas en el aire.

Ustedes deben tener gratitud hacia Dios. Él ha provisto el aire. Es requerido que Dios entre continuamente en ustedes, y ustedes entren continuamente en El. Cuando inhalo, Dios se me revela. Cuando exhalo, yo me revelo a Él.

El aire es un transmisor del Pensamiento Divino que primero per­ mea el sistema respiratorio y luego el cerebro. Esto quiere decir que uno no recibe el Pensamiento Divino directamente, sino a través del aire. El aire es el transmisor fundamental del Pensamiento Divino. Yo me refiero a la verdadera esencia del aire, no a lo que los químicos analizan como cuatro quintos oxígeno y un quinto de nitrógeno. El aire es el elemento primordial que nos sirve como origen de la fuerza vital.

Cuando ustedes respiran su consciencia debe estar vigilante por­ que el pensamiento, tras haber sido recibido del aire, es recibido por la consciencia. Cuanto más vigilante sea su consciencia, tanto mayores serán ustedes bendecidos por la fuerza vital del aire. De este modo, us­tedes se conectarán con los Sublimes Seres Inteligentes a los que ustedes ayudarán y que los ayudarán a ustedes.

Ni bien llegue la primavera, vayan todas las mañanas a caminar en el aire fresco, lejos de la polución de la ciudad, y dediquen al menos

una hora a la respiración correcta y al ejercicio. Si ustedes realizan estas caminatas, su vida estará en mejor orden que si ustedes se hubiesen quedado en su cuarto.

Existen muchos métodos para la respiración.  Es mejor hacerlo a través de ambos orificios nasales al mismo tiempo, pero puede ser hecho por uno a la vez. Yo les daré un ejercicio. Inhalen durante 15 segundos a través del orificio nasal izquierdo. Retengan el aire por 40 segundos y luego exhalen por el orificio derecho durante 15 segundos. Cuando inhalen por el orificio izquierdo, el derecho debe estar cerrado, y viceversa. Cuando estén reteniendo el aire, ambos orificios deben estar cerrados. Luego repítanlo en la dirección opuesta.

Si ustedes desean ser poetas, respiren.  La verdadera poesía depen­de de la respiración correcta. Ustedes escribirán del mismo modo que respiren.

Beinsa Douno.

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