Recuerda esto: si buscas a Dios afuera, encontrarás la tierra. Si buscas a Dios afuera, encontrarás agua, aire, luz. Y si no comes el pan que la tierra te da, la muerte te espera. Si no bebes el agua, morirás de sed. Si no respiras el aire, te asfixiarás. ¿Y si no ves la luz? Andaras ciego y te tropezarás cada paso de la vida.
Hay gente que se queja de que sus hermanos no los entienden. Pero debes saber que hay hermanos en el mundo que representan el bien. Si no eres bueno, no te recibirán. Hay hermanos que representan la pureza. Si no eres puro, no te recibirán. Hay hermanos con el pensamiento correcto. Si no piensas así, no te atenderán. Hay hermanos de luz. Si no aprendes, estos hermanos tampoco te recibirán.
Por eso digo: «Sé bueno, y te recibirán. Conviértete en puro, y te recibirán. Empieza a pensar correctamente y te atenderán. Empieza a aprender y te recibirán». ¿Quién no recibiría al hombre rico cuyo bolso está lleno? En cuanto al que va a rogar aquí y allá, le daremos unas costras de pan y lo cazaremos.
No preguntes si la gente es buena. Lo importante es que seas bueno. Es importante saber si las obras de Dios son buenas, si lo que Dios ha creado es bueno. ¡Y eso es bueno!
No preguntes si la gente es pura. Lo importante es que tú también seas puro. Lo importante es que el agua ha creado Dios es pura. Hablo de la tierra viva, del agua viva, no de la tierra ordinaria, del agua ordinaria.
No preguntes si los pensamientos de la gente son correctos. Lo importante es saber si el aire que respiras puede expresar el pensamiento divino. No importa si la gente está siguiendo el camino correcto. Lo importante es que tú, en la luz, sigas el camino correcto. Puesto que nos movemos y vivimos en Dios, nos observa continuamente. Nos observa en secreto y se da cuenta de lo buenos que somos, puros, de cómo podemos pensar y caminar de la manera correcta. Nada puede escapar de su mirada.
Cuando Dios habla… provoca alegría. Tan pronto como sufran, es porque Dios guarda silencio. Tan pronto como sientas gozo, es que Dios habla.
El que quiere servir a Dios, el que quiere verlo en la tierra, debe saber que está en Su presencia cuando toma pan para alimentarse de él. Debes sentir estar apoderado de un temblor sagrado cuando ves que el pan ha aparecido en su mesa.
Beinsa Douno.