La Verdad y la Libertad.

Porque el único ser que es absolutamente libre es Dios.

Y el único ser que puede hacer al hombre completamente libre es Dios. Dios quiere que todos los seres sean libres como Él. Y deben ser libres porque son parte del organismo divino.

Cuando el Dios viviente de la Verdad viene a hacer su morada en el hombre, cuando la fuerza y el espíritu de Dios comienzan a actuar en él, es sólo entonces que lo adorará y le servirá en espíritu y verdad.

Porque la libertad requiere que el hombre esté listo para que cada momento haga lo que Dios le pide. Y el hombre libre puede hacerlo porque no está limitado por ningún otro vínculo. De eso se trata precisamente su libertad.

Hoy estamos discutiendo si el hombre tiene libre albedrío.

Sólo el hombre que vive en este mundo real e inmutable donde Dios vive, que puede entender Sus leyes y servirle en espíritu y verdad; este hombre será verdaderamente libre y por lo tanto tendrá un libre albedrío.

Y de hecho, la libertad tiene su asiento en la voluntad del hombre; ella es lo divino en él. Es por eso que cuando decimos «libertad» no es arbitrario, sino una verdad razonable.

Sólo el hombre razonable puede ser libre. Y la naturaleza viva sólo da libertad a seres razonables. Los necios que no tienen voluntad y se dejan guiar sólo por la arbitrariedad, esos, los limita. Hay miles y millones de seres en el reino de la naturaleza que están encerrados y esperando su liberación. ¿Para qué? Porque están dominados por el deseo arbitrario de moverse sólo en la aventura, en cualquier dirección. La libertad excluye los actos arbitrarios de igualdad. La libertad sólo conoce los movimientos en una dirección: la Verdad. Porque se trata de no olvidar que la Verdad es la dirección en la que todas las cosas se mueven en la Creación.

Así que recuerda esto: La verdad es en la que el hombre siempre puede estar libre. Todas nuestras limitaciones, todos los obstáculos nos llegan del hecho de que no estamos en contacto con la Verdad. No hay otro criterio. Podemos explicar nuestras limitaciones de diferentes maneras – estos son nuestros conceptos. Debemos atenernos a esto: las limitaciones, los obstáculos, las contradicciones que surgen a nuestro alrededor, demuestran que en el caso dado no estamos en contacto con la Verdad.

Beinsa Douno.

En realidad, sí, si es libre el cauce de un rio, y ¿el árbol que crece hacia el cielo?, sí, también es libre; sí la libertad forma parte de esta creación de nuestro Señor. Hacia Él, vamos, todas las creaciones divinas de Dios. Cuando comprendemos esto, salirnos de la voluntad de Dios es perder la Libertad.

Angel García..

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