Esta mañana fuimos con el Maestro al manantial. Había nevado durante la noche. El cielo estaba limpio, pero algunos copos de nieve todavía seguían cayendo. Ellos brillaban como diamantes y hacían que el aire fuera más refrescante. También soplaba una suave brisa. Cuando llegamos al pequeño pico arriba del manantial, nos sentamos rodeando al Maestro. Uno de los hermanos dijo: «Maestro, díganos algo acerca de la libertad».
El Maestro contempló por un rato prolongado la vista que estaba frente a nosotros. La brillante luz del Sol lo hacía feliz. El respiraba el fresco aire como si estuviera saboreando la Vida misma. Luego nos miró y dijo:
La libertad solo existe donde Dios está presente. Si ustedes piensan del mismo modo que Dios piensa, ustedes serán libres. Solo aquel que es perfecto es libre. Dios es el único ser perfecto. En el absoluto sentido de la palaba, «libre» solo se aplica a Dios. Por lo tanto, sin Dios, ustedes no pueden ser libres. Sin Dios no hay Vida. Los que sirven a Dios son libres. Si ustedes buscan la libertad, la encontrarán sirviendo a Dios.
Aquellos que sirven a seres humanos no son libres. Tampoco es libre el que es servido por otras personas. Descubrir la Ley del Amor es equivalente a descubrir vuestra libertad. La libertad no precede al Amor. Este es un error común. Queremos ser libres antes de comenzar a amar. La libertad es una consecuencia del Amor. Aquello que no nos libera no es Amor.
Si quieren ser fuertes, permitan que el Amor de Dios se manifieste a través de ustedes. El Amor los convertirá en amos de su propio ser. A veces ustedes son influenciados por fuerzas oscuras y ustedes llevan a cabo actos que no tenían intención de realizar. Esto implica que ustedes están siendo influenciados. El Mundo Invisible ahora viene a liberarlos de esta influencia. Ustedes deben convertirse en amos de estas circunstancias. No permitan que seres que están por debajo de ustedes los controlen. A fin de liberarse de esos seres inferiores, uno debe tener Amor. Ni bien uno tiene Amor, todo crimen, roda transgresión se desvanecerán. Por lo tanto, hasta que las personas lleguen a conocer el Amor, los crímenes y las transgresiones continuarán existiendo.
Aquellos que no superan su karma y se someten a el, no son libres. Solo el Amor de Dios disuelve el karma. El karma es un barro pegajoso y pesado que es difícil de lavar. Solo el Amor lo puede eliminar. El karma humano solo puede ser eliminado por el Amor, el Amor de Dios. Ni bien ustedes coloquen el Amor como base de su vida, las condiciones de su vida mejoraran. En la vida del Amor no hay karma.
Hay dos leyes: la Ley del Karma y la Ley del Dharma. Uno entra en la Ley del Dharma a través del Amor. Todos pueden intentar lo siguiente: si tienen Amor en su corazón, aun la mayor serpiente que cruce vuestros caminos se hará a un lado y no los dañará.
El hijo recibe su parte de la herencia a la edad apropiada. Tal como la relación del padre es para con sus hijos, así también es la relación de la Naturaleza para con la humanidad. En el presente, los seres humanos están en su infancia y viven de acuerdo con la Ley de la Necesidad. Cuando alcancemos la edad adulta, viviremos de acuerdo con la Ley de la Libertad.
Beinsa Douno.