Cada grupo étnico de nuestra civilización se caracteriza por ciertas cualidades. La raza negra se distingue por su imaginación y fuertes sentimientos, los nativos de las Américas, por su habilidad de aplicar geometría y matemática. Los asiáticos tienen una mente objetiva y los caucasianos se distinguen por su racionalidad, han estado midiendo y explorando cosas con precisión desde que llegaron a la Tierra.
Los seres humanos que se desarrollará en el futuro tendrán todas las buenas características de los habitantes de las etapas precedentes. En esta área, representa la síntesis de todas las virtudes humanas.
Cuando uno vive en la Tierra, uno pasa por todas las etapas previas del desarrollo humano. Cuidadosamente uno pasa por todas estas etapas y, si la persona es sabia, aprende en el proceso.
La nueva época es una de justicia y del Reino de Dios. Esta época ya está comenzando y tras ella, aunque en pequeña escala, se establecerá el Reino de Dios en la Tierra.
Un hermano preguntó: «Maestro, ¿no es la justicia algo inferior si se la compara con el Reino de Dios? De acuerdo con la justicia humana, aquel que trabaja menos, ganará menos, mientras que, de acuerdo con la más elevada Ley Espiritual todos deben recibir de acuerdo con sus necesidades».
El Maestro respondió:
El Reino de Dios es equivalente a la Justicia. Yo pienso en la Justicia Divina.
La cultura de la mente crea las formas externas. La nueva, sexta generación impartirá contenido a estas formas.
Cada época tiene su propia contribución. La próxima época, la época del Amor, será la que más ofrezca. Estará representada por almas luminosas y sublimes. Traerá la nueva cultura a la Tierra. Las ideas de la sexta época son como el aire: ya permean todo.
Los eslavos darán impulso a la nueva época. Luego de los eventos que se están desarrollando ahora, la gente del Amor estará activa. Comenzará a tomar liderazgo. En el futuro habrá más representantes de la nueva época en la Tierra. Ellos darán nueva dirección a la cultura. Los eslavos servirán de base para el enraizamiento de la sexta generación, la del Amor.
Un hermano preguntó: «¿Es posible que los representantes de la nueva época aparezcan en Bulgaria?»
El Maestro respondió:
Si. Las condiciones existen. Durante varios miles de años Bulgaria ha sido preparada para esto.
Las gentes de la nueva época darán orden al mundo. Tomaran liderazgo en sus manos. Lo Divino en los seres humanos dormirá la parte animal dentro de ellos. Durante miles de años, lo Divino ha estado arrullándolo para que se duerma, del mismo modo que se trata de dormir a una serpiente. Las personas del Amor estarán a cargo, y las demás ejecutarán sus órdenes. Los entendidos que vendrán pondrán orden y estructura en el mundo. Estas son las personas del futuro.
Las personas que despierten en todas las naciones formarán la sexta generación del Amor.
Lento pero seguro, nos aproximamos a la nueva época. Ustedes se reunirán con las almas luminosas que los aman. No vacilen ni teman.
En la nueva época, todos reconocerán que los demás tienen sus mismos derechos y privilegios.
En Juan 3:3 dice: «Jesús le dijo: salvo aquel que ha nacido de nuevo, nadie podrá ver el Reino de Dios». Estas palabras implican la sexta época. El renacimiento al que se refiere el cristianismo representa la entrada en la sexta época y el arrepentimiento y la conversión necesarios para ello. Aquellos que han «nacido de nuevo» ya pertenecen a la sexta generación. Dentro de ella ya no habrá más muerte. Cuando llegue el tiempo de irse, uno se desmaterializará, se tornará invisible. Ya no existirán los cementerios. Existirán para el resto de las gentes, pero no para las gentes del Amor.
En el presente, cuatro épocas coexisten. Esto también se aplicará a la sexta generación. Solo estamos preparando el camino para el Amor, para la sexta época. Las personas del Amor serán diferentes. Cuando las Escrituras hablan de la «primera resurrección»43 se refieren a ellos. La Manifestación del Amor en la humanidad es la primera resurrección.
La sexta época trae belleza positiva. Las gentes del Amor tendrán fisionomía bien proporcionada: serán bellos. Ellos serán inspirados por el ideal elevado que estará dentro de ellos, lo que los hará bellos. Serán personas mucho más hermosas de lo que ustedes han visto hasta ahora. El ángulo facial de los europeos es 80 grados, en el perro es 35 grados.
En el ser humano de la sexta generación, será de 90 grados.
Yo raramente he visto personas realmente bellas.
43-Ver Apocalipsis 20:5: «Pero el resto de los muertos no volvieron a vivir hasta que pasaron los mil años. Esto es la primera resurrección».
Las cejas de las personas de la nueva época serán más rectas. Tendrán poca curvatura, lo que indicará que son parte de un gran Círculo. El color de estas personas será radiante como si estuvieran iluminados por el Sol. Luz emanará de sus rostros como si estuvieran iluminados. Por la noche no necesitaran lámparas. Dondequiera que vayan habrá luz, porque estas personas la irradiarán. Sus ojos verán a la distancia y también verán en la oscuridad. Cuando ustedes miran a una persona que está lejos, no pueden saber quién es. Pero un miembro de la sexta generación verá los detalles desde lejos.
Debemos adquirir la cualidad de la luz, desinterés, y la del agua, flexibilidad. Ustedes deben ser como la luz que ilumina el espacio. Y ustedes deben purificar las cosas como lo hace el agua.
Los seres humanos de la nueva época ya han sido creados. Han estado aquí desde hace miles de años, pero están guardados, ocultos. No son mostrados a todos. La Naturaleza existe como un libro cerrado. Aquel que sabe cómo abrirlo, podrá leer. Muchos solamente miran este libro desde afuera y ven solamente la cubierta.
Con el advenimiento de la nueva época, la humanidad entrará en el Paraíso y saldrá del error.
En el fututo, uno recordará sus anteriores encarnaciones. Recordarlas será placentero y sentirá que ha salido de ellas como la mariposa que era oruga y salió del capullo.
El ser humano de la nueva época será musical. Si visita a alguien que no está bien, con sólo cantar o tocar un instrumento sanará al enfermo.
Beinsa Douno.