El amor es una fuerza poderosa que, aplicada discerniblemente en sus pensamientos y sentimientos, mágicamente les traerá grandes bendiciones. Estoy hablando del Amor viviente que desciende del cielo. Practica como recibir este Amor.
El Espíritu de Dios ya está empezando a llenar los intelectos y los corazones receptivos con un gran resplandor, un fuego sagrado que purificará este mundo. Los hombres de hoy sentirán estas cosas, ellos las presenciarán.
Nuestra tarea es establecer el Reino divino en esta tierra. Queremos ser los propagadores de la ley divina. Todos los hombres y mujeres, nuestros hermanos y hermanas, se convertirán en hijos del Reino de Dios. Juntos, debemos esforzarnos por alcanzar este objetivo. Esto es lo que la Enseñanza de Cristo nos enseña: llegar a ser hombres listos para vivir como Dios nos enseña. No esperes tu felicidad de otra fuente, sino que confía primero en el Dios del Amor, luego en tu alma, y finalmente en tu prójimo.
Para discernir la venida del Reino de Dios, se necesitan ojos puros, es decir, un corazón puro y también un intelecto ligero, un reflejo de un alma noble. La nobleza del alma se debe al efecto de la presencia del Espíritu de luz y dulzura que emana del Dios eterno.
En el fondo de cada alma se esconde algo serio: la Verdad está incluida. La «gran ley» del Amor divino se encuentra en tu intelecto, y la «pequeña ley» del amor al prójimo en tu corazón.
Todo deseo noble y sincero que nace en ti prepara tu felicidad para el futuro, porque atrae a las fuerzas del cielo y de la tierra que te apoyan.
La nueva Enseñanza también implica la ciencia de controlarse a sí mismo, no gastar la propia energía indiscriminadamente y aprender a aplicarla bien. Todavía nos da métodos razonables para ayudar a nuestro prójimo.
Prepárense todos juntos, purificarse, estudiar y aplicar la nueva enseñanza, vivir y trabajar de acuerdo con sus métodos. El Señor dijo: «No pongas el vino nuevo en ordes viejos, porque se estropeará. Tienes que ponerlo en nuevos Ordes” Así que aprende a renovarte internamente, en tu alma y a rejuvenecerte a ti mismo.
La nueva Enseñanza es esencial para todas las clases sociales, para los jóvenes y para las personas mayores. Predico cosas que se ajustan a la gran ley universal divina. Pongo mis principios en un gran libro: La naturaleza, de la que cada piedra, cada hoja, cada flor, cada forma, es
el alfabeto y el idioma por el que nos habla. Traduzco cada día el significado interior de este gran libro de la naturaleza.
Beinsa Douno.