El arte de mirar.

Dios nos ha dado grandes bienes. Para saber cómo usarlos, es necesario conocer las leyes de la vida.

Es un arte mirar a una persona con un sentido de belleza, pureza, con luz, con amor. Tal mirada borra toda duda y sufrimiento.

Un estudiante dijo: “Conocí a una mujer que nunca olvidaré. Desde entonces, han pasado veinte años. Esta hermana desconocida me dio una mirada, pero cuando recuerdo, todo mi sufrimiento, todos mis problemas cesan”.

Regocíjense por tener sus ojos, esta riqueza incomparable.  Cuídalos, úsalos para mirar flores, insectos, bellas imágenes, amaneceres, cielos estrellados, todo lo que es hermoso y armonioso, que refleja el sentido de la vida.

conciencia universal, con un corazón confiado, pronto encontrará una solución adecuada o un resultado feliz  a esa situación desagradable..

Por lo tanto, cuando las pruebas te asalten, trata de hacer contacto con Dios con un pensamiento claro y esperanzador, y verás que todos tus problemas se resuelven uno tras otro a medida que la nieve y el hielo se derriten gradualmente bajo el ardor de los rayos del sol. Porque es elevando su conciencia del alma hacia Dios, hacia la sublime conciencia cósmica,  que el hombre penetra los secretos de su verdadera vida.

Pero para entender el significado de la vida y para que todas tus acciones se dirijan eficazmente, debes armarte de paciencia y practicar la auto-observación implacable de tu comportamiento, tanto externo como interno. De hecho, el hombre puede conducir sus asuntos de dos maneras: una humana, la otra divina.  Si lo hace en el sentido humano, confiando sólo en su voluntad y en su intelecto, se enfrentará a innumerables dificultades y contradicciones. Si actúa de manera divina, elevará su pensamiento tranquilo y atento a la  conciencia universal con el deseo de ser iluminado, y tendrá un resultado mejor en sus esfuerzos, además adquiere una nueva experiencia: que Dios está presente en todo y en todas partes, y que al pedirle ayuda y luz siempre estará en control de su destino. A través de una vida interior paciente en dificultades y perseverando en la bondad, el hombre inteligente entenderá que hay una conciencia sublime que vibra al unísono con todas las conciencias y reúne entre ellos a todos los seres a través de un vínculo interior cercano e indisoluble.   

Peter Deunov.

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