La separación del alma humana de Dios es uno de los momentos más sublimes de la Creación.
Esta separación se conoce en el mundo de los ángeles como el amanecer del alma humana.
El alma emerge de su fuente inicial como un rayo Divino, y entra en el universo ilimitado para hacer el trabajo que le está reservado.
El alma es eterna. Es eterna como Dios es eterno. Pero, mientras que Dios es absolutamente inmutable, el alma cambia constantemente, y así se desarrolla y adquiere nuevas cualidades.
Las almas humanas viven y se mueven en Dios. Existen dentro de Él en la eternidad, aunque exteriormente se manifiesten en diferentes momentos. Existen todas juntas, aunque no surgen de Dios simultáneamente; viven una misma vida, aunque son diferentes: se diferencian porque cada alma representa un determinado estado de la conciencia Divina.
Las almas son estados diferentes en los que la conciencia Divina se manifiesta en el tiempo y en el espacio.
Por eso decimos: Hay sólo una gran Alma Divina, y todas las otras almas son sus manifestaciones.
Todo en el mundo puede desaparecer, pero las almas nunca. No pueden desaparecer porque el Alma Divina, la conciencia Divina no puede desaparecer.
La gente de hoy no tiene conocimiento del alma. No son conscientes de sí mismos como almas, sino como personalidades. La personalidad es el hombre físico, y no el ser real – el alma. La gente conoce las personalidades de los demás, pero no sus almas, que son sus verdaderos prójimos.
Mientras la gente no acepte la idea de que son almas vivas e inteligentes, mientras sigan siendo conscientes de sí mismos sólo como personalidades, como mentes y corazones, como hombres y mujeres, no lograrán nada. Todas estas formas de conciencia ya han sido experimentadas.
Sin embargo, si las personas reconocen en su conciencia que son almas vivientes e inteligentes, entonces introducirán algo nuevo en sus vidas, y se darán a sí mismas una nueva dirección.
En el nivel actual de desarrollo del hombre, no hay estado más elevado que el estado del alma.
Contiene en sí todas las condiciones, todas las posibilidades del Amor Divino.
Sólo dentro del alma puede Dios manifestarse en Su plenitud, y el Amor puede expresarse plenamente sólo a través del alma.
Si expresas tu amor sólo a través de tu corazón, será sólo expresado a medias. Si expresas tu amor sólo a través de tu mente, también se expresará a medias.
Beinsa Douno