Me preguntaréis otra cuestión: “¿Por qué deberíamos estar interesados en cualquier ideal, cuando vivimos en tan malas condiciones?” Pero, yo les pediría a vosotros si de verdad podríais probar que vuestras condiciones de vida son malas. Esto último es sólo una presunción. En la Vida hay tantas malas situaciones como buenas, tantas caídas como ascensos, tantas perdidas como ganancias. Ambos tipos de condiciones se equilibran al final. Lo que llamamos malas condiciones de Vida son nuestros subjetivos puntos de vista – especulación humana. La gente dice que actualmente la humanidad está enferma, mas yo no estoy de acuerdo. La enfermedad es un anacronismo, algo temporal, que depende de la persona misma, porque uno tiene la misma posibilidad de estar sano o enfermo. Las enfermedades no son otra cosa que una manera de rectificar, porque el desarrollo inicia sólo cuando existe una oposición a la voluntad humana. Esto puede siempre probarse en la Vida. Toda gente notable ha sufrido, y estos mismos sufrimientos han sido el estímulo para su ascenso. Y aquellos que no han encontrado obstáculos, por el contrario, han tenido todas las condiciones a su favor, se han quedado atrás.
La gente moderna quiere ser rica, pero tienen que tomar una decisión porque existen dos tipos de riqueza: una riqueza que puede hundiros hasta el fondo del océano y otra que os ascenderá. Si vosotros estáis a bordo de un trasatlántico de línea, como el Titanic por ejemplo, con una mochila llena con 40 kilogramos de oro; y si junto a vosotros hay alguien sin semejante cargamento, ¿quién tendrá mayor oportunidad de salvarse, si el barco comienza a hundirse? ¿Quién sois, el que lleva una mochila de oro, o la otra persona, que no tiene nada? Responded por vosotros mismos. Yo entiendo la palabra “oro” en un más amplio sentido de lo que la gente común lo hace. El oro para mí es un símbolo del conocimiento – para entender las leyes, por las cuales puedes trabajar en el mundo; para dominar las fuerzas naturales y dirigirlas, de manera que puedan ser útiles para ti y para los demás. Significa que el conocimiento que posees no se oxide, que no se consuma, sino que sea conservado y utilizado para el bien.
Beinsa Douno.