Durante una caminata matutina el Maestro dijo:
Estudien el Amor como un Poder intrínseco. Todos ustedes deben esforzarse en aprender acerca de él. La ciencia de hoy, y la ciencia del futuro, es la Ciencia del Amor.
¿Cuál es el camino que lleva al Amor? Un discípulo fue hasta su Maestro y le dijo que quería comprender el Amor. El Maestro lo llevo hasta el rio. Lo tomó del cuello y lo hundió en el agua por un tiempo. Tras sacarlo del agua le preguntó: «¿Que sentiste cuando estabas en el agua?» El discípulo respondió: «Sentí una gran necesidad de aire». El Maestro le dijo: «Cuando sientas la misma necesidad por el Amor, este te visitará».
Para que el Amor los visite, tomen la posición que les ha sido asignada por la Naturaleza Inteligente, y esperen. De otro modo, el Amor pasará de largo sin visitarlos. Ustedes dicen: «¿Como sabré cual es mi posición?» Cuando tomen esa posición ustedes se sentirán en paz con todo el Universo, que son capaces de perdonar a todos. Todos y cada uno de los desequilibrios que ustedes sienten indican que ustedes no se hallan en su posición.
Una Carta para el Maestro
El Maestro recibió la siguiente carta de una hermana en Francia:
En estos días de pruebas, yo estoy con usted y siento completa paz y felicidad interior. Cantamos, rezamos y trabajamos en el gozo Divino. A pesar de todo, tenemos la convicción profunda que el sufrimiento del mundo pronto llegará a su fin. Todos sus hijos sienten su protección y el Amor que los envuelve en la Luz Divina. Sólo pienso en el día en que lo veré personalmente. Yo creo que he nacido para experimentar este gran momento.
Durante tanto tiempo usted ha cuidado de mi pequeña alma como su hija. Siento su llamada desde el Sol, las estrellas y el viento. Cuando lo veo en mi mente, siento en mi alma la misma alegría que siento en la primavera cuando el jardín se llena de llores. En todos mis pesares, usted siempre está junto a mí. Pido a Dios me permita ir a su encuentro algún día. ¡Sera un gran día!
Todos los días trabajo en mi desarrollo con mucha paciencia y con toda mi energía. Maestro, yo confió en usted completamente. Le abro mi alma. Sólo a través de la más sublime poesía y música Divina puede mi alma expresar mi amor, gratitud y reverencia por usted. Con todo mi corazón, saludo a mis amigos de Bulgaria.
Beinsa Douno.