Explicaciones dadas por el Maestro sobre el texto del 21/09/20022
Estos son pensamientos con contenido profundo dado deliberadamente en un estilo condensado.
«La luz está corriendo, el aire se mueve, el agua está fluyendo y el suelo no se mueve».
La luz representa lo divino en el hombre.
El aire, su lado espiritual; por eso, en comparación con lo divino, lo espiritual sólo avanza.
El agua corresponde a los sentimientos.
El suelo es el lado físico del ser. Estos son símbolos, leyes, que deben ser traducidos para ser comprensibles y aplicables en la vida.
«La vida se alegra en los sanos; La muerte deprime a los enfermos.»
La vida no es para los enfermos que la muerte deprime; es para las personas sanas a las que trae alegría.
«El espíritu consuela a los que son probados.»
Es trabajando y estudiando que el espíritu consuela a los que sufren.
«La verdad ha traído la libertad como medida, la vida como recompensa, la luz como bendición.”
Estas son tres reglas que un hombre razonable debe seguir. La libertad es una medida en la vida, que es la recompensa del discípulo.
La luz es el pensamiento correcto que representa una bendición.
El hombre debe analizar constantemente sus impulsos para entender cuáles son divinos y cuáles no. ¡Que entonces dé rienda suelta a los Divinos y descartes a los demás!
«La verdad puso al hombre delante de ella y comenzó a hablar con él… »
La verdad es la medida de la vida y trae la libertad que cada uno debe conquistar.
Para cada cosa que hagas, tienes que tener una norma, una regla, que siempre debe estar «en tu mano». La vida que se te da – una corona en tu cabeza – es una recompensa que debes apreciar.
La luz y el conocimiento deben ser la alegría de vuestra vida; si no lo son, es porque no son veraces.
Hay tres normas de vida justas: medir con el principio de la libertad suprema; coronar sus obras con la vida divina eterna; para disfrutar de la luz y el conocimiento divino.
«Y poner las delicias de la luz como el adorno a su alma!»
Todos pueden adornar sus almas, pero sólo cuando las contradicciones de la vida se resuelven a través de la Madre divina. Son precisamente estas contradicciones las que, una vez superadas, se convierten en el adorno del alma.
«El amor es amor por la luz del intelecto.»
El amor se revela sólo a la luz del intelecto. Sin amor, el bien no existe; el amor abraza la totalidad del ser humano: su conciencia, su subconsciencia y su super-consciencia.
Sé sabio y permanece siempre fiel a la verdad; este es un resumen del evangelio del Amor.
Beinsa Douno.