Cuando pienses en Dios, las divinas energías penetrarán en ti. Esto es semejante a la relación que existe entre la cima y el valle. Cuando se derriten las nieves, las aguas descienden al valle permitiendo que allí todo florezca y fructifique. ¡Deja que las energías divinas penetren en ti!
A veces, tus pensamientos están dispersos, como eslabones sueltos. Pero si mantienes tu pensamiento firme en Dios, los eslabones se unirán y formarán una poderosa cadena. Esta es la fuerza que mantiene la vida, es la fuerza que fluye del júbilo divino. Sólo mediante esta fuerza obtendrás la luz necesaria para el desarrollo de tu mente, corazón y voluntad.
¡Mantén tu pensamiento firme en Dios! El pensamiento es una varilla mágica. Traza con ella un círculo mágico a tu alrededor. Con el pensamiento firme en Dios, el círculo mágico ya está trazado. Esta será tu protección. ¡Abrete camino hacia lo divino para obtener paz en ti! Cuando no logras establecer este vínculo con el Mundo Elevado, tus sentimientos espirituales se aletargan y la energía que fluye de esos mundos se detiene en tu interior, sin poder manifestarse. Por el contrario, cuando el vínculo se restablece, esta energía puede ser aprovechada inteligentemente y las dificultades se resuelven con facilidad.
En lo invisible, en la profundidad de la Gran Vida, el Señor trabaja secretamente en las mentes y los corazones de los hombres. ¿Qué es lo que nos impulsa hacia lo noble y elevado? Es lo Divino en nosotros. Esta Voz silenciosa que nos habla desde nuestro interior es la Voz de Dios en nosotros.
Cuando tú te alegras, ésa es la alegría de Dios en ti. El Señor le habla a cada hombre, pero… ¿quién escucha al Señor? Es preciso estar muy despierto en ese momento, cuando Dios nos habla.
Hemos venido a la Tierra para aprender el arte de escuchar la Voz de lo Divino. ¡Presta atención a esta Voz silenciosa que habla en tu corazón! ¡Ésta es la voz de Dios! Cuando lo Grande comienza a hablar al hombre, en su mente aparece luz y, en su corazón, amplitud. Quien escucha la Palabra divina sentirá amor por todo y todo será bello para él. Por consiguiente, ¡escucha lo que Dios te dice ahora! ¡Alégrate de que así sea!
Muchos piensan que Dios sólo habló en el pasado, pero no es así. N o hubo momento en el que Dios dejó de hablar al hombre. El agua que hoy tomas del manantial es mejor que el agua tomada en el pasado. Tú recibes del manantial, cuando tienes sed. Por esto mismo, lo importante es lo que Dios te dice ahora.
¡Escucha la Voz silenciosa en tu corazón!
El Camino del Alba. Peter Deunov.