Un vínculo importantísimo.

El amor es el vínculo que une al alma con su Creador. El intelecto y el corazón, ayudan al alma -vuestra Madre-, al Espíritu vuestro Padre, y el hombre constituye así una familia espiritual sobre la cual el Señor envía su bendición. Cristo dijo: «Dios está presente en el hombre cuyo intelecto, corazón, alma y espíritu se despiertan en una unión de conciencia.»

El alma que está fuera de Dios, ama en ella al Creador Todopoderoso. En todo lugar, en cualquier momento, piensa en Dios; Es Luz, Amor, Vida Universal; no puedes ver tu alma, sino prestas atención a sus palabras, a su consejo. Ella es la que te guía y habla razonablemente. ¿Sabes cuán delicado y santo es el comportamiento del alma? Su ternura y bondad son cualidades divinas. Una sola “palabra” de tu alma que has sido capaz de capturar y retener puede transformar y elevar tus condiciones, gobernar tu estado interno y externo, y facilitar tu desarrollo. La ayuda del alma siempre trae conocimiento, sabiduría, amor, libertad, vida.

Tú que me escuchas, no pienses: «Soy joven» o «Soy viejo». ¡No!

¡No hay jóvenes ni viejos, sólo hay almas vivas! Existen eternamente, aprendiendo, estudiando, y todavía se manifiestan, en todas las condiciones de la vida. Al hombre, le pertenece trabajar sobre sí mismo, con humildad y gratitud por las posibilidades que se le han dado.

La pureza es la tierra en la que crecen los frutos más bellos del alma. El discípulo debe consagrar en su mente el pensamiento primordial de servir al bien – Dios – poniendo en su lugar las preocupaciones secundarias de las preocupaciones puramente materiales. Es un proceso lento, que debe hacerse sin prisas indebidas, pero es el camino hacia la cumbre que les estoy mostrando. «¿Cuándo lo voy a lograr?», se pregunta. Todavía estás en los primeros pasos en tu camino de discípulos de la Vida Verdadera. Pero ten fe y escucha la dulce voz de tu alma a través de la cual capturarás la del Espíritu divino eterno.

Por la noche, antes de dormirse, piensen con calma pero con concentración al mundo superior, a los ángeles, a los Seres altos que viven en todas partes en armonía con sus almas. Ya que has empezado bien, continúa tu esfuerzo; aplicando todos los días el Bien en silencio, en secreto, con buena voluntad y amor. El cielo te observa y te apoya, y tu alma también.

Beinsa Douno.

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