Un nuevo modo de vivir.

Cuando ustedes pasan al lado de un árbol, ustedes tienen el derecho de tomar y comer algunas frutas. Si ustedes van en una caminata y saben que habrá un manantial cada cinco o diez kilómetros, ¿necesitan llevar una botella de agua?

La Justicia es la Ley esencial responsable por la distribución de los recursos Divinos a través de todos los sectores de la sociedad. Para que haya paz en un país, debe existir igualdad entre las personas, sin excepción. El rico teme ser robado, el pobre teme morir de hambre. Que el rico le de la mitad de su riqueza al pobre. Los recursos deben estar disponibles para codos. Deben ser retirados de aquellos lugares en donde se hallan en abundancia a fin de que puedan ser distribuidos entre aquellos que viven con poco o nada.

Yo encuentro una persona que me dice: “Mi bolsa está vacía y yo no sé qué hacer. Mis hijos se mueren de hambre”. Encuentro a otro que tiene una bolsa rebosante que me dice: “Mi bolsa está muy pesada. No sé cómo hare para llevarla a casa”. Que aquel que tiene la bolsa llena le diga al que no tiene nada: “Hermano, los dos nos enfrentamos a la muerte. Toma la mitad de lo que tengo en mi bolsa para que la condición de ambos mejore”.

Alguien dice: “Dios ha determinado el destino de ambos, el rico y el pobre”. Yo le pregunto: “¿Has hablado con Dios?” El me responde: “Un profeta hablo con El hace tres mil años”, y yo le pregunto: “¿Has hablado tú con el profeta?”

El problema social de la integridad necesita ser resuelto. La base de esta resolución debe venir del proceso de la respiración. Los recursos deben ser distribuidos apropiadamente a fin de que el dar y el recibir puedan ser regulados. De este modo las personas serán aliviadas de sus constantes preocupaciones acerca de su sustento. Cuando Dios creo el pan, El prohibió su venta. Una gran maldición esta sobre la humanidad. ¿Por qué? Es porque ustedes venden el pan, que es la mayor abundancia de la vida. Está terminantemente prohibido vender pan o harina.

Bulgaria debe ser el primer país que aplique la Ley Divina de la tierra: el pan debe ser dado gratuitamente. Solo aquellos que aplican esta Ley son puros y libres de transgresiones. Dios nos dice: “Ustedes no tienen derecho a vender o comprar las abundancias que yo he pro­ visto”. Esta verdad, la distribución del pan libre de cosco, necesita ser establecida en la Tierra ahora mismo. No está permitido vender pan a tu vecino. Esto es parte de la solución del problema social.

Hay una Ley que dice: Aquel que no comparte sus recursos libremente tendrá que compartirlos en algún momento como consecuencia de la Ley de Coerción. Esto quiere decir que si ustedes no comparten libremente, les serán quitados a la fuerza.

Un prominente hombre rico caminaba por un sendero. Un pobre lo vio y le dijo: “No vayas por este camino. Hay un precipicio más adelante”. El rico respondió: “Eso no es problema tuyo”. A lo que continúo por su camino y cayó en el precipicio. Entonces el comenzó a pedir ayuda. El pobre vino a rescatarlo y le dijo: “Yo te lo advertí!” Tras lo cual el rico entro en razón. Esto quiere decir que tras tener esta experiencia, el comenzó a apreciar la compasión.

Cuando hablamos de Orden Divino debemos visualizar un mundo de abundancia. Donde hay abundancia no hay crimen. ¿Sería un problema para mi darles agua a todos si me encuentro parado a la orilla de un lago? El Orden Divino es un Orden de Amor, el Amor que trae abundancia. Todos deben entrar en el Orden Divino para que podamos construir un nuevo modo de vivir.

Beinsa Douno.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *