Tomar las riendas de la vida.

Es hora de que los seres humanos tomen las riendas de sus vidas, sabiendo que la clave de la vida está en el cumplimiento de la voluntad de Dios. Sólo el alma y el espíritu pueden entender esta voluntad y llevarla a cabo. Si el hombre lo deja a su intelecto y a su corazón para cumplir con la gracia divina, se desviará. Hay una gran reordenación en el mundo: aquellos que no cumplan con la voluntad de Dios serán rechazados, apartados de la nueva vida. Todo el mundo pasará por esta gran limpieza. Aquellos que han permanecido fieles a Dios, estarán en la Tierra y aportaran los frutos Divinos. Aquellos que no cumplen la Voluntad de Dios, entrarán en los mundos de aprendizaje correspondientes.

Cuando hablo de esta manera, todo el mundo quiere saber a qué lugar ira aparar; pero no importa. Para ustedes, lo importante es llegar a ser perfectos como nuestro Padre Celestial es perfecto.

¿Cómo puedes convertirtlo en un hecho? Dando prioridad al alma y al espíritu a ser los Guías de uno mismo, es decir, convirtiéndose en el conductor del Amor divino y de la Sabiduría Divina. Donde dispondremos de todos los bienes.

A través de la nueva Enseñanza, el intelecto y el corazón se desarrollan, el alma florece, se expande, se renueva. Trae paz al corazón, luz al pensamiento, fuerza a la mente. Es la enseñanza del Dios viviente, que penetra en todo y en quien todo está.

Al aplicar la nueva Enseñanza, el hombre se fortalece y se realza en virtudes; y, por esto mismo, se vuelve invulnerable.

¡El cristianismo de hoy debe abandonar el paganismo al que todavía sirve! ¡El cristianismo de hoy permite, bajo su autoridad, las acciones más dañinas, las guerras, los asesinatos, las luchas individuales! ¡Sin embargo, Dios nos ha predestinado para propósitos más fraternos y humanos!

La enseñanza cristiana se altera. Los cristianos hablan de amor, pero todavía aplican en sus vidas los principios del Antiguo Testamento, la conciencia individual y el egoísmo. No hicieron esfuerzos serios para implementar los métodos de vida dados por Cristo. Esta es la razón de la -qué tanto sufrimiento, descontento y miseria subsisten todavía en la tierra.

Las religiones no han conservado los principios originales y los fundamentos de la vida dados por sus fundadores. Han puesto en jaque el culto a las formas externas, personales, temporales y han desviado a los seres del camino correcto de la aplicación de los métodos de una vida recta, sana y alevada.

Estas religiones deben volver a la pureza original. Deben encontrar lo Divino, que actualmente está perdido entre la brillantez artificial del culto de las formas, y reanudar para vivir sin animosidad, antagonismo y egoísmo.

Beinsa Douno.

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