A veces los dolores físicos se alían, se enlazan, toman uno a otro relevo. Puede no haber tregua, pueden no dar respiro. Nunca te canses del dolor, nunca renegar de él, pues él sabe cuándo, cómo y por qué manifestarse. Más al contrario respirar el dolor, ofrendarlo. Siempre habrá quien padezca más que nosotros/as. Conviene recordarlos, acercarlos a nuestros labios silentes.
El dolor cincela el alma y marcha. No se entretiene más de lo debido. Sus cinceladas están medidas a precisión. No lo anclemos combatiéndolo. Si maldecimos el dolor, lo estaremos perpetuando; si lo ofrendamos, lo estaremos liberando. El dolor nunca es enemigo, es sólo una consecuencia que hemos creado, un agente equilibrador. Podemos desear que marche, pero dejándonos la lección aprendida. Cuando ofrendamos el dolor, tomamos conciencia de que nunca nos visita por causalidad, pues sabemos que ésta no existe. Cuando conocemos las razones por las que se acerca, el dolor deja de ser un adversario.
Ofrendar el dolor es en buena medida sellar a futuro sus puertas, liberarnos mañana de él. Si ha de ser mañana es porque nuestra fe también ha de ser probada. Hay dos ofrendas que podemos realizar con el dolor. La primera es para aligerar nuestra propia deuda, para equilibrar nuestro balance, para contribuir a saldar aquello que sembramos y no debimos haber sembrado.
La segunda es para aligerar el propio peso del dolor de la humanidad. Somos humanidad, somos también con sus siembras equivocadas, con su karma. Si quieres olvidarte del dolor ofrenda tu dolor para redimir el dolor del mundo, pero no porque te han aconsejado esa eficaz fórmula, sino porque te sientes humanidad, y quieres ser y sentirte plenamente ella, porque eres su fiel amante y devoto.
«OFRENDAR EL DOLOR» Si, es una buena propuesta, sacarle partido a lo que nos duele es de alguna manera minimizar el dolor y que beneficie a otros, y por ende al que mas beneficia es a uno mismo.
que espléndida palabra, Ofrendar u ofrecer, y mejor aún Ofrecerse.
Gracias Koldo por la idea, La pongo en práctica no solo para los dolores del cuerpo, sino también para los del alma.
A ti las gracias Ana por tu amabilidad.
Precisamente ayer, me caí en la cocina de mi hermano, me dieron seis puntos de sutura en la ceja izda. Cuando me estaban cosiendo la ceja, se me ocurrió ofrecerlo, en memoria de los que sufren por un motivo u otro, por los del coronavirus, por los que vienen en pateras, por los que sufren en los campos de refugiados etc etc. Y la verdad que sentí como una oleada de emoción y un alivio a la vez. Una sensación de aportar mi granito de arena.
Muchas gracias Ana por tu sincero compartir, por tu testimonio generoso. Ponte buena cuanto antes. Un abrazo
El Dolor
Pienso siento cuanto dolor en el mundo hay siempre habido todos los hombres y mujeres que han venido a la tierra a Dar su luz Su Alma Todo por un Mundo de Amor de Fraternidad luz y De PAZ.
Siento a todos los Santos y Santas a Todas las mujeres y niños y Ancianos y animales de este mundo a la Madre Tierra ….
A mi Madre que esta en el otro Mundo que lucha y cuanto soporto malostratos y injusticia …. Estaba Yo su Hija Con Corazon yen el Camino de los Santos Yoguis seres consciencia Amor Mis Bendiciones por el Plan divino en manos de seres luz Familias en Consciencia y Mujer consciente conectada Verdad con Almas brillantes Unida a Mi Madre Natividad Gallen y Jesus y demas maestros y Angeles del Universo Que La Luz selle Nuestros corazones y a todos Inocentes los demas sobran de este Paraiso.