42 – Los hombres hoy quieren una vida sin sufrimientos. Eso podría ser posible a condición de que piensen rectamente y eludan toda tentación. Si queda la más ‘pequeña mácula en su mente y corazón, los sufrimientos sobrevendrán implacablemente como consecuencia. Se dirá que es imposible vivir sin mácula porque el mundo está lleno de tentaciones. Eso es verdad; pero, ¿vale la pena tentarse dé las bajezas de la vida? Eso no se justifica. Sería otra cosa tentarse del aire puro de las montañas o del agua cristalina de los manantiales. Cada hombre que ha perdido la verdadera idea de Dios y se sumerge en el mundo de los placeres se asemeja a un gusano que repta sobre la impureza. ¿Qué debe hacer el gusano? Convertirse en mariposa y volar. Con esto quiero decir que cuando los seres del Mundo Inteligente dictan los preceptos del camino de la elevación, no hay que dudar. Hay que abandonar de inmediato las malas condiciones y volar. Hay que dejar de reptar por la vida vieja y permitir que crezcan las alas del alma, con las que es posible volar de flor en flor para librar el néctar de la vida nueva. Dios quiere nuestro bien. Este debe ser nuestro pensamiento básico de cada día. Si este pensamiento te hace feliz, consérvalo y haz que perdure en ti para siempre, a fin de que no logre perturbarte tanto el sufrimiento. A cada hombre se le dan sufrimientos acordes con su resistencia.
43 – Si vas a Dios no te quejes, no digas que tu sufrimiento es demasiado grande. Agradece en cambio cuanto hasta ahora se te ha otorgado, tanto alegrías como dolores. Agrade ce con toda el alma. Eso es tener carácter.
44 – Cuando el hombre es feliz no piensa demasiado, pero cuando sufre comienza a pensar. Si era rico y perdió su fortuna, pensará en la causa de su empobrecimiento; si era sano y enfermó, pensará cuál habrá sido la transgresión que lo llevó a la enfermedad. Buscará la causa de su dolor y aprenderá mucho de ello. El sufrimiento es el gran maestro de la vida.
45 – Los sufrimientos no serán útiles para el hombre hasta tanto no logre una comprensión interna de la vida. Ellos lo inducirán a penetrar en lo profundo de su corazón para que encuentre el bien oculto allí. El bien será su fuerza. Los vientos huracanados podrán hacer vacilar su barca, pero el oleaje no perturbará su interior y llegará incólume a destino.
Beinsa Douno.