Cada ser vivo, cada pequeña flor, cada árbol frutal tiene en si ciertas fuerzas de la Naturaleza. Cuando ustedes aman y cultivan estas fuerzas, ustedes pueden percibir lo que ellas ofrecen.
El Maestro usaba todo para la instrucción practica y el aprendizaje. Durante nuestras caminatas y salidas, el dirigía nuestra atención hacía las Plantas, los animales, las rocas v las nubes revelándonos la idea que la Naturaleza había puesto en ellos, en otras palabras, lo Divino que en algún momento se manifiesta. El Maestro usaba lo Divino en la Naturaleza como el impulso más natural a fin de despertarlo en nosotros. En la primavera, cuando la Naturaleza despierta, nosotros íbamos al campo con el casi todos Los dias. Un día, mientras nos señalaba el mundo que nos rodeaba, iluminado por el Sol, el Maestro dijo:
Los colores son la mayor bendición. Esta es la abundancia de Dios, la puerta por la cual todos los dones vienen desde el mundo Invisible. El jacinto blanco es un símbolo de generosidad. Ha venido a la Tierra a aprender la generosidad, a manifestar su generosidad, a aprender los caminos de la generosidad y a dar. El clavel es un símbolo de la salud. Una persona que desea estar saludable, ser resistente y no sufrir ninguna enfermedad debe cultivar claveles de cualquier color. La rosa imparte dulzura. Si ustedes desean ser dulces, cultiven rosas. Cada flor imparte diferentes virtudes. El tulipán enseña las reglas del dar y como dar. La persona que desea ser fuerte debe aprender del color violeta. Este es una manifestación de la fuerza. El color azul trae fe, el amarillo trae sabiduría. El color verde provee vitalidad y salud. El naranja brinda individualidad y el rojo provee vitalidad y agilidad.
Beinsa Douno.