Las Grandes Almas.

Las verdades expuestas aquí son una realidad constante. Y la verdad que se puede decir que es una realidad constante es la verdad que al mismo tiempo también es importante en los tres mundos: físico, espiritual y divino.

Al leer este extracto, el lector tendrá que pensar, para encontrar las verdades que corresponden a estos tres mundos. Al hacerlo, no dejará de los frutos tan abundantes de esta lectura.

  • Aprenderá a dominar su pensamiento, a concentrarse.
  • Por otro lado, este método ayudará a   desarrollar su intuición. A través de esta concentración del pensamiento, obtendrá la visión interior, los centros supraconscientes se desarrollarán y sus sentimientos estarán impregnados de una verdadera nobleza.
  • Al concentrarse en las verdades y virtudes divinas, el hombre atrae las energías que desarrollarán esas mismas virtudes en él. De esta manera, se convierte en el amo de sus actos; hará todo a su tiempo y se embarcará ens un camino donde todos sus pasos serán correctos.

Hay frases cuyo significado parece al principio bastante difícil de entender; pero si queremos tomar la molestia de pensar en ello, la naturaleza sabia nos ayudará a entenderlos; iluminará nuestra comprensión con su luz. Y así encontraremos inmensos tesoros, incluso en propuestas que, a primera vista, parecen simples.

El siguiente ejemplo mostrará al lector cómo leer este libro, con el fin de obtener un beneficio real de él.

No te laves en un río que no tiene cabeza

  • Para el mundo físico: un río sin cabeza es un arroyo de montaña que se ha formado como resultado de las fuertes lluvias. Este torrente no tiene cabeza, es decir, no tiene fuente. de El agua de un torrente es siempre turbia. Así que es natural que no puedas lavarte allí.  
  • Para el mundo espiritual:  todo pensamiento, todo sentimiento o deseo que no es de origen divino es un río sin cabeza. Pero cada pensamiento, todo sentimiento o deseo que es de origen divino, es un río que tiene una cabeza y que la cabeza es la conciencia divina. Cuando tienes unos pensamientos, uno sentimientos o deseos que no son divinos, te lavas en el agua turbia del torrente y te ensucias.
  • Para el mundo divino: si has dedicado tu vida a un ideal pasajero, entonces toda tu vida será un río sin cabeza. Pero si has tomado el ideal de dedicar tu vida  al servicio de Dios, del amor, entonces toda tu vida  será un río con cabeza.

Beinsa Douno.

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