Celebramos el equinoccio de primavera en las montañas. Nos habíamos quedado allí por un par de días, en una pequeña hostería al pie del monte Ostritsa. Cada mañana subíamos a la montaña a recibir al Sol rezar y hacer nuestros ejercicios. Luego de esto, elegíamos un claro soleado y nos sentábamos alrededor de nuestro querida Maestro. Una mañana surgió una pregunta acerca de la Hermandad de la Luz que guía a la humanidad.
El Maestro dijo:
Hay una Comunidad Divina. Hay una Nación Divina. Yo les recomiendo unirse con todas sus fuerzas a ella a fin poder percibir la nueva Luz en sus mentes, corazones y almas. Yo les digo a todos: ¡Nosotros triunfaremos! Dios está con nosotros. No hay ninguna fuerza en el mundo que pueda oponerse a los grandes principios que nosotros servimos. Todas las personas justas, sabias, buenas y honestas, hombres, mujeres y niños, están con nosotros. Todas estas personas que apoyan los tres principios de Amor, Sabiduría y Verdad, independientemente de a que iglesia o partido político pertenezcan, están con nosotros.
Nos preguntan: «¿Quiénes son ustedes y cuantos son?» somos una Gran Hermandad que el mundo nunca ha visto anteriormente. Una Hermandad con ramas que se extienden por la Tierra, los Cielos y todo el Universo. Todo aquel que sirve a Dios es un ciudadano de laGran Hermandad Universal que nosotros llamamos la Hermandad del Amor Divino, de la Sabiduría Divina y de la Verdad Divina.
Ustedes dirán: «Queremos ser miembros de esta Hermandad». Pero yo quiero que ustedes sean estudiantes en esta Hermandad. Estudiar con Dios consiste en pasar por la Escuela de la Hermandad Universal de la Luz. Los mejores profesores, los mejores maestros, se hallan en esta Escuela. Todos ustedes necesitan encontrarla. Esta Escuela no es como nuestras universidades. En ella no hay hipótesis ni teorías.
Cuando ustedes terminen esta Escuela ustedes recibirán misiones difíciles que deberán completar correctamente. Por ejemplo: ustedes recibirán la tarea de vivir con tribus primitivas y habitar con personas no desarrolladas. Tras eso, ustedes serán enviados en medio de personas buenas y maléficas, entre las plantas y los animales, y ustedes serán observados para evaluar cómo se comportan con ellos y como son aceptados. Al completar esto, ustedes recibirán una piedra común y una piedra preciosa, y serán observados acerca de lo que ustedes hacen con ambas. Si usan las dos piedras correctamente, los Hermanos de la Luz los aceptarán como miembro. Ellos son muy estrictos con todos, ya que cada uno tendrá maestría sobre sus poderes. Una vez que los acepten entre ellos siempre los ayudarán. Grandes oportunidades, grandes futuros y grandes logros están en vuestro porvenir.
Juan Bautista, quien vino poco antes de Cristo, tenía familiaridad con el Conocimiento Divino, con las Divinas Enseñanzas. Él no era un hombre ordinario e ignorante. Élera un iniciado. Él había estudiado en una de las Escuelas antiguas. Todo lo nuevo en el mundo ha sido entregado por la Gran Hermandad.
Los Hermanos de la Luz trajeron lo bueno al mundo a través de Cristo. Si Cristo no hubiera venido hace dos mil años, ¿en qué estado se hallaría la humanidad? Todo lo que es bueno en el mundo ha sido introducido por los Hermanos de la Luz que trabajan para la elevación de las naciones.
Aquellas personas dentro de cuyas almas vive Dios son las Grandes Almas, personas de genio, Maestros de la humanidad que han provisto las mayores manifestaciones en la música, la poesía, el arte y en todas las áreas de la vida. Estas son las almas que ayudan a que la humanidad progrese. Ninguna nación, ninguna persona son factores en el proceso histórico del desarrollo humano, sino el Mundo Invisible lo es. Son las Fuerzas que conducen los eventos, en otras palabras, los miembros de la Hermandad de la Luz. El único liderazgo en el mundo es el de la Gran Hermandad Universal. Todos los demás, figuras públicas, escritores, ministros, sacerdotes, son servidores de la Hermandad de la Luz. Todas las manifestaciones de la cultura y la justicia en el mundo son inspiradas por el gran poder de la Hermandad.
Beinsa Douno.