¡Florece y da fruto!

La comida es la introducción a la vida física, como la música es la introducción a la vida espiritual, y como la oración es la introducción a la vida divina.

La vida es un tesoro que debe guardarse con cuidado.

Guárdala con  Sabiduría,         y        permite   que  el verdadero conocimiento que procede de ella sea su protección.

Deja que fluya libremente desde su sublime fuente: el Amor.

Ilumínalo con la Verdad, que es el reino de la inteligencia absoluta. Ilumínalo con la Verdad, que da libertad a la vida en todas las direcciones.

Porque la Vida tiene su amanecer, su salida del sol y su mediodía.

La aurora de la Vida es el Amor.

El amanecer de la Vida es la Sabiduría.

El cenit de la Vida es la Verdad.

¡Lleva tu vida a su aurora! ¡Florece! Levántate, ponte de pie y siente que estás relacionado con todos los seres de la tierra y del cielo.

¡Lleva tu vida a su amanecer! ¡Florece y da fruto!

¡Lleva tu vida a su cénit! ¡Madura!

Y cuando llegues al cénit de tu vida, comprenderás su gran significado y saborearás la bondad de su fruto.

Beinsa Douno

El Maestro Habla

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