El espíritu y el alma.

¿Qué vemos en la vida de los hombres? Dos seres se aman, pero, por incomprensión de las leyes, se encuentran en el amor de las sombras; uno quiere tomar, el otro también, hasta que se odian! Para salvaguardar su sentimiento, deben pasar por el verdadero amor que se distingue por el don. En el amor verdadero, hay intercambio, y el hombre que quiere ser amado debe saber el tiempo para dar y el tiempo para recibir.

La Enseñanza de la Nueva Vida da al estudiante una medida justa en el juicio de sí mismo, en el análisis de su condición, sus posibilidades y conocimientos. No se subestima a sí mismo ni se sobreestima a sí mismo, sino que conoce la prioridad de dar a las cosas, espíritu y alma.

Estimar, amar a tu Padre, tu Espíritu y a tu Madre, el alma. Trabajad en el desarrollo de vuestra razón, la elevación de vuestros pensamientos, la purificación de vuestro corazón, que os son asignados como tareas en el mundo físico.

«Dios es Espíritu.» Dios se manifiesta en el pensamiento a través de Su Luz; en el corazón por su calidez generando bondad, bondad; en la voluntad a través de una acción razonable y eficaz. Dios todavía se manifiesta en el alma y en el espíritu. Si no encuentras lo Divino en estos cinco lugares en ti mismo, no lo encontrarás en ningún otro lugar.

En el alma maduran con calidez y luz divina todos los sentimientos e impulsos nobles y altos, a los que el intelecto y el corazón deben dar vida. El intelecto debe difundir pensamientos rectos y luminosos; el corazón debe madurar sentimientos cálidos y fraternos; y la voluntad debe implementar una fuerza que está en constante crecimiento. El hombre que no nutre y fortalece sus pensamientos y sentimientos en todo momento, y que no mejora sus actividades y comportamiento, se paraliza a sí mismo.

Los pensamientos, sentimientos y acciones deben ser conscientes, bien nutridos y apoyados por la fuerza del alma; están estrechamente relacionados con la construcción del cuerpo humano y su buena condición. Al mismo tiempo, contribuyen a la construcción del mundo futuro, de la vida venidera. Ahora se está construyendo un nuevo mundo, cuya imagen se proyecta en el espacio, como si estuviera en una pantalla. Para capturar esta imagen, para penetrarla, el hombre debe aprender a concentrarse y debe tener experiencias sucesivas. Si un pensamiento claro y luminoso toca tu mente, concéntrate, observa de dónde viene, cómo se formó, qué influencia te deja, etc. Del mismo modo, los sentimientos: estudiarlos, analizarlos, notar el momento preciso de su llegada. Los pensamientos que te llegan en primavera tienen ciertas cualidades; durante el verano, otras; en otoño e invierno, otras.

Beinsa Douno.

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