El gusano que se envuelve en el capullo, dentro de él se convierte en mariposa. La mariposa ya no puede alimentarse más de hojas. Lo que viene se puede llamar manifestación del principio divino en el hombre. La nueva generación que nace renovará el mundo. Ahora estamos en la época en la que el gusano se convierte en mariposa. Algunos gusanos, naturalmente, preguntarán: ¿Cómo se vivirá en el aire? Cuando se conviertan en mariposas, lo sabrán. Mientras sigan siendo gusanos, no podrán comprenderlo.
Ahora, más que nunca, se necesitan trabajadores para el trigal divino. El conocimiento espiritual ha de aplicarse en el campo físico. Los seres adelantados, las fuerzas de la luz, luchan con las fuerzas de la oscuridad, mediante la luz. La luz es el arma más poderosa. ¡La victoria estará junto al bien!
En el desarrollo actual del discípulo, no hay estado más elevado que el estado del alma. Es un estado que contiene todas las condiciones y posibilidades del amor divino.
Dios se puede expresar totalmente tan sólo en el alma. Yo desearía que capten la idea de que son almas vivientes, almas inteligentes que pueden resolver el gran problema en el mundo.
Nos encontramos ante una de las más grandes épocas: la del despertar del alma humana.
Este despertar del alma humana viene acompañado con la recepción del primer rayo divino, el calor del amor. Este rayo impulsa el alma hacia la nueva vida. Este impulso es expresado como «floración del alma humana».
Este momento en la vida del hombre es el principio de la alegría y de la completa libertad.
Te deseo que obtengas el primer rayo de la luz, el que viene de la divina sabiduría. Te deseo que obtengas el primer rayo de la sabiduría que trae libertad para el espíritu. Hasta ahora, el alma humana se mantuvo como un capullo, pero ya comienza su floración.
Esta apertura del alma es uno de los más grandes momentos de la vida cósmica del ser. 138
¡Éste es el momento de la floración del alma humana!
¡El alma es un capullo que se abre a lo divino!
Cuando el alma florece, los ángeles y los servidores de Dios se acercan a ella. Desde tiempo inmemorial esperan esta floración de lo divino en el hombre. Ellos, con su venida, traen la nueva cultura. A dicha cultura la llamamos: «La Cultura del Amor Divino»
Beinsa Douno