El Amor Divino.

El feriado de Pascua les brindó Id oportunidad a muchos hermanos para venir a ver al Maestro. La primavera había arribado y las flores en los árboles llenaban el aire de un perfume celestial. los primeros pájaros habían llegado. La pequeña comunidad estaba llena de vida. Uno podía ver discípulos por doquier, algunos solos y otros en grupos. Algunos trabajaban, otros leían y otros conversaban entre ellos. Todos tenían algo para compartir con sus vednos. Temprano por la mañana, subimos a la colina que se hallaba por en­ cima del pueblo en compañía del Maestro y allí realizamos ejercicios de calistenia y Paneuritmia. Tras ello, volvimos a la casa frescos y con nuevas energías. Comimos nuestras comidas bajo el gran nogal. El aire estaba cálido y el Sol se filtraba a través de los jóvenes hojas verdes en las ramas, haciéndolas aparecer como si fueran de oro. la conversación era animada. La llegada de la vida no solo se sentía en la naturaleza, sino también en las almas, mentes y corazones de todas las personas, como si las semillas de la Nueva Vida estuvieran brotando.

El Maestro dijo:

Lean la página 100 del volumen «La Bendición Eterna»8. Una per­sona con comprensión ordinaria no puede manifestar el Amor Divino. Solo lo logrará si un Ser Avanzado viene a vivir dentro de él, aun cuan­ do fuera por solo un instante.

Yo les he hablado acerca del Amor, pero aún no les he dicho lo más esencial. Todavía les estoy presentando la introducción al Amor. Si yo pronunciara la palabra «Amor» tal como es, ¿saben que les ocurriría a ustedes? Ustedes se volverían luminosos, resplandecientes y tomarían la forma de los Ángeles.

Todo lo que existe en el mundo es una manifestación del Amor. Pero, ¿Qué es el Amor realmente? Solo unas pocas personas lo saben. Es la Realidad que existe más allá del mundo físico. Esta más allá de vuestra voluntad, de vuestra mente, de vuestro corazón. El Amor apenas si tiene puntos de contacto con cada uno de estos. En las presentes condiciones, el Amor actúa intermitentemente desde afuera hasta que el organismo humano se adapta, ya que la presente composición del cuerpo no puede tolerar las fuertes vibraciones del Amor.

No traten de explicar lo que es el Amor, en su lugar, describan sus manifestaciones. El Amor es la única cosa que los seres humanos no pueden describir. Ustedes no pueden describir el pan hasta que lo hayan probado. Ustedes no pueden describir el agua hasta que no hayan bebido. De ahora en más, las gentes llegarán a conocer el Amor. El Amor es la fuerza más sublime del Universo. Cuando permea a las personas, hace surgir en ellas las más sublimes y hermosas manifestaciones del Espíritu. El Amor es revelado primero a los grandes Maestros, a los grandes Adeptos, a los grandes discípulos, a los grandes creyentes, a los grandes conversos y finalmente a las personas comunes. En el mundo hay algo más grande que el conocimiento: el Amor.

8″La Bendición Eterna» (Vechnoto Blago): Colección de presentaciones dadas por el Maestro, publicado en Sofía en 1943.

Beinsa Douno.

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