En una conversación durante el almuerzo, surgió una pregunta acerca de la causa de las enfermedades. El Maestro dijo:
Cuando la comida permanece en el estómago sin ser digerida por mucho tiempo se forman sustancias toxicas y estas toxinas son distribuidas por todo el organismo y envenenan la sangre. Lo mismo sucede con el corazón. Si deseos imposibles se acumulan en él, ellos no pueden ser asimilados y producen toxinas astrales. Lo mismo ocurre cuando nos aferramos a pensamientos que no pueden ser llevados a la realidad. Estos permanecen en el cerebro por largo tiempo y forman toxinas mentales. La presencia de toxinas en el cuerpo produce las condiciones primarias para el desarrollo anormal de microbios, quienes acarrean varias enfermedades. La Ley dice: Una vida valiosa purifica la sangre. Ni bien ustedes introducen un pensamiento impuro en su mente, o un sentimiento impuro en su corazón, su sangre pierde su pureza. Los pensamientos y sentimientos impuros crean las enfermedades. Todas las perturbaciones causan daño a la mente, el corazón y el cuerpo.
Algunas enfermedades se deben a perturbaciones mentales y otras a emocionales. Cuando se trata de problemas a nivel emocional, estas afectan el hígado, los vasos sanguíneos, el corazón, etc. Todas estas perturbaciones son debidas a no haber amado.
Si alguien se hunde en la celosía, la duda, el enojo, u otra condición negativa, esta persona debe encontrar métodos para transformarlos o tendrá como consecuencia las enfermedades. Uno debe ser capaz de balancear un pensamiento o sentimiento negativo con uno positivo. Esto lo neutralizará y lo transformará.
Todo desequilibrio del espíritu aflige la salud. El discípulo debe ser consciente del origen de sus enfermedades, incluyendo elsaber si el origen es mental, espiritual o físico.
Cuando el mor falta en la vida de las personas, ellas pueden contraer tuberculosis. La razón de toda enfermedad, discapacidad y aflicción en la vida es de origen espiritual. Si ustedes desean ser saludables, mantengan pensamientos positivos en sus menees y sentimientos buenos en sus corazones.
Las razones de muchas enfermedades están escondidas en el subconsciente. Esos son remanentes de su pasado con los que ustedes deben lidiar.
Llorar no debilita los ojos, pero gran tristeza si lo hace. Alguien pierde su salud, otro pierde su niño y no pueden sobreponerse a la perdida. El pensar de modo frecuente y repetido acerca de la pérdida gradualmente debilita la vista. Una sensación de opresión en el pecho se debe a la falta de armonía de los sentimientos. Un sentimiento de pesadez en el estómago se debe a la falta de harmonía en nuestras acciones.
Existen enfermedades cuyos orígenes se centran en no haber amado. Otros se deben a negligencia y no haber seguido las reglas elementales de la higiene. Algunas enfermedades se deben al disgusto que esa persona tiene por la Verdad y su servicio a las falsedades, y también hay otras que se deben a diferentes tipos de ansiedades.
Cuando la frecuencia de vibración del organismo decrece, el ser humano se hace susceptible a diferentes enfermedades. En eso casos, el menor motivo puede causar una enfermedad. Hay una regla que dice: Para que un organismo pueda sobrellevar una enfermedad, este debe elevar su frecuencia de vibración.
Recuerden: toda enfermedad es el resultado de una transgresión cometida, ya sea en el pasado o en el presente. Hoy en día es fácil de ver que en lugar de disminuir, el número de enfermedades está en aumento. Esto continuara hasta que las personas se den cuenca que deben buscar las causas de las enfermedades y eliminarlas.
Un conocido me contó lo siguiente: «Durante diez años yo estaba enfadado con mi padre y mi madre. Durante ese tiempo yo tenía una ulcera en mi cuello que me molestaba constantemente. Cuando final mente se curaba, otra tomaba su lugar. Y así me atormentaron durante los diez años. Ni bien me reconcilie con mis padres, las ulceras desaparecieron». En este caso, la energía del odio se había acumulado en la materia virulenta de las ulceras y así salía a la superficie y era eliminada.
La artritis, por ejemplo, además de tener causas puramente físicas también tiene causas mentales. Estas causas tienen su raíz en los pensamientos, los sentimientos y la voluntad. Cada pensamiento, sentimiento o acto de mala voluntad en la vida se manifiesta en forma de artritis, ulceras u otras enfermedades. Tengan cuidado con el miedo, el odio, las preocupaciones, la envidia, la celosía y otros estados mentales negativos que acumulan toxinas y residuos en el organismo.
Una enfermedad puede aún aparecer cuando una persona no se ha reconciliado con alguien que ya ha fallecido. Un sacerdote enfermo me visitó una vez. Él estaba muy asustado. Él me contó que un pariente de él, con quien él no estaba en buenos términos, había fallecido. «Esta enfermedad se debe a su relación con este pariente», le dije. El confeso que había golpeado a su madre, y que ella después murió. Yo le aconseje que hiciera las paces con su madre, a fin de ser curado. «¿Como puedo hacer las paces con ella?» me preguntó, y yo le dije: «Usted debe confesar a Dios y a su madre que usted no ha actuado correctamente». A través de las enfermedades, la Naturaleza les da ciertas lecciones a las personas. Personas que son crueles o groseras se tornan más agradables tras una enfermedad. Las enfermedades hacen a las personas más amables y suaves. Tras cada enfermedad, se obtiene una pequeña mejoría en el carácter humano.
Beinsa Douno.