El Amor Desconocido.

Alguien había dejado una hermosa manzana en la mesa del Maestro. El miró la fruta, sonrió y dijo:

Un Ángel viene, les trae un regalo o los ayuda, y luego se va. Ustedes no saben su nombre. Ustedes también deberían actuar así.

El Amor no tiene mucho tiempo para explicarles quien es o decirles su nombre. El Amor está muy ocupado, y, por lo tanto, les deja un regalo y se va.

Amen sin que la gente lo sepa, y esto los beneficiará. El que da su Amor no necesita hablar acerca de ello, y el que recibe el Amor, tampoco necesita hablar al respecto. Si alguien ama, este debe ser su secreto, nadie más debe saber de ello.

A veces ustedes quieren contarles a otros acerca del modo en que el Amor les ha sido revelado. No lo hagan. El Amor no desea que ustedes compartan con otros lo que les ha dado. De ser necesario, d Amor se los dirá a ellos directamente.

La debilidad de Jacob no fue su amor por su hijo, José, sino el que el demostró este amor en la presencia de sus otros hijos. Ellos no necesitaban saber esto, eso fue un error.

El Amor sublime es desinteresado. Ustedes deberían amar a alguien sin que esa persona lo sepa, de lo contrario, el Amor perdería su característica de desinterés. Esta es la diferencia entre el Amor Divino y el amor humano. Es difícil observar la Ley del Amor Desconocido. Esto solo está al alcance de los Seres Avanzados. Solo una minoría puede cumplir esta Ley.

Cuando amen, alégrense que están cumpliendo con la voluntad de Dios. Ustedes aprecian la Ley. El Amor se oculta. El Amor no permitirá ser contaminado. Cuando amen, no hablen de ello. Tan pronto como ustedes le dicen a una persona que la aman, seguro surgirá un conflicto inmediatamente.

Cumplan con este precepto: ustedes no pueden ser realmente felices hasta que no hayan amado con Amor incondicional. Yo no quiero que ustedes sólo crean en esto. Si así lo desean, pruébenlo por un año: amen sin que nadie lo sepa y ustedes verificarán esta verdad. Sean manantiales de los cuales fluya agua en abundancia para saciar la sed de las almas humanas, y háganlo sin que ellos lo sepan.

Beinsa Douno.

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