La Gran Causa Omnisciente.

Revélate a mí en Tus Caminos, tal como es Tu Voluntad

Oración del discípulo

Había estado nevando durante unos cuantos días. Todo había desaparecido bajo la cubierta blanca. Las casas del pueblo casi habían desaparecido también.

Cuando los caminos fueron paleados, los discípulos regresaron a casa para el almuerzo. A pesar de la nieve, de nuevo había muchos invitados. Después de almorzar, cantamos algunas canciones y luego salimos. El aire era frío, limpio y revitalizador.

El Maestro respiró profundamente el refrescante aire, miró alrededor y luego miró hacia el cielo azul. Descamó su mirada en las caras cansadas de la gente y dijo:

Todo viene de Dios. La gente se pregunta: “¿Dónde está Dios?» Dios está en el aire. A través del aire que entra en ti, Dios te da Vida. Dios -la Suprema Causa Omnisciente- está en el agua, en la luz, está en el pan. Ustedes habitan en Dios. Con la Luz, Él te ama y te acaricia. Dios se revela a través del Sol, a través de la fruta, pero nosotros no lo comprendemos. Cuando somos débiles, Él está en esa debilidad. A veces pensamos que somos muy independientes, cuando en realidad hemos entrado en Dios y lo que sentimos es Su Fuerza. Cada vez que pensamos que somos fuertes, Dios nos pone en el polo opuesto: debilidad. Pero cuando somos humildes, Él nos eleva. ¿Qué Mente es esta que provee cada sol en el Universo?

Existe una acariciante brisa silenciosa que llamamos «el Aliento de Dios». En cuanto a mí, el día sólo tiene valor si puedo ver a Dios, Quien está escondido en la Naturaleza.

Beinsa Douno.

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