48 – Cristo dijo: «La copa que me ha dado mi Padre, ¿acaso no la he de beber?» (Juan 18: 11). Cada ser sobre la Tierra tiene una copa dulce y otra-amarga que ha de beber alternadamente. Mediante la copa amarga la vida humana se va limpiando constantemente. ¿Por qué se debe limpiar? Pues porque se asemeja a un río, el que luego de recorrer largo trayecto durante edades fue juntando sedimentos que lo enturbiaron. Para purificar el agua debe pasar por varias capas de arena, y así filtrada, podrá ·obtener su pureza inicial. Por eso
Dios nos da de tiempo en tiempo una copa amarga para purificar nuestra vida. Después de haber probado varias veces esta copa, se comprende por qué es necesario beberla. Cristo la bebió sin lamentarlo porque ya conocía el sentido de la vida y su propósito final. Si Cristo no hubiera bebido esa copa, el mundo.se hubiera privado de grandes dones. ¿Qué es lo que se oculta en la copa amarga? El amor de Dios. Dirás que de la copa amarga devienen sufrimientos. Mas, sin ellos la vida no puede dar sus frutos.
Cristo es el fruto viviente del árbol de la vida. Sus discípulos no comprendieron el motivo por el cual su Maestro se exponía al sufrimiento. Pero éste sabía que había llegado el tiempo de florecer y fructificar. Sin sufrimientos la vida no puede ser fructuosa; por eso; si Cristo no hubiera bebido la copa que fecunda la flor, la humanidad no conocería los frutos portadores de la nueva enseñanza que trae paz’ y bendición. Cristo debía florecer primero en el árbol de la vida para brindar el fruto vivo que cura y ennoblece. Luego, cuando llegue a ti la copa amarga, será porque te habrá llegado el momento de florecer y fructificar. Solamente así podrás abrirte a la conciencia cósmica del Universo vivo, donde todos los seres elevados sirven al Señor.
Beinsa Douno.