Hay dos leyes sobre cuya base se asienta la vida: Tomar y dar. Pero el hombre lo quiere todo para sí. ¿Puedes tú detener el aire? Inhalarás y exhalarás. Cuando esto haces, das después de haber tomado. Tomar es la inhalación y dar es la exhalación. Si no exhalas, no tienes la posibilidad de volver a recibir el aire puro.
Cuando el hombre recibe más de lo que da, sobrevienen sufrimientos. Los árboles frutales dan su fruto. El discípulo debe aprender de ellos la generosidad. ¡Mira cómo la Naturaleza obedece a estas leyes!
Los dones divinos pasan a través de nosotros. Los detendremos un tiempo y después los distribuiremos. No hay que detener más de lo que necesitemos.
Lo que pienso, siento y hago en bien de los demás, siempre me será devuelto en la misma forma. De acuerdo con esto, por más que demos, siempre recibiremos.
COMBATE LA DUDA
La duda es un gran problema que el discípulo debe resolver correctamente. Éste es un examen. Por eso es que él debe pasar solo la noche de la duda y solo la debe vencer.
La duda es una región que el discípulo debe atravesar hasta su fin. Allí se sentirá como en una larga noche polar. Es preciso que conozca esta ley: Él debe pasar por la duda para salir luego al luminoso día, en el que se mantendrá para siempre. Después de un período de oscuridad, llega la revelación, el día luminoso de la Iniciación.
ENNOBLÉCETE
La nobleza del alma humana depende del pensamiento en Dios. Durante todos los estados en nuestra vida, en la alegría y en la tristeza, debemos recordar a Dios. Fuera de Dios, la nobleza no existe.
Peter Deunov.