Cuando queremos recibir un programa de radio que nos interesa, ponemos a nuestro receptor en la onda correspondiente y escuchamos. El mismo proceso se realiza durante la respiración consciente y profunda. Tenemos una idea clara de lo que podemos capturar en el aire y mantenemos nuestro pensamiento dirigido hacia ese principio.
Sabemos que el aire no sólo contiene oxígeno y nitrógeno, sino que también lleva fuerza vital, llamada en lenguaje místico: la vida divina, ( el Prana ). El aire es una forma de pensamiento divino, como todas las cosas en la Creación, y podemos recibir, a través de la respiración, hacia lo que nuestra conciencia está dirigida.
Los fieles de las diversas religiones pueden tener sólo una idea vaga de las fuerzas contenidas en la comida y en el aire.
Como alumnos de la nueva vida, es importante que tengan un conocimiento claro de lo que contiene el aire y que tengan el deseo y la voluntad de capturarlo. El nuevo hombre debe estudiar y entender la calidad física y psíquica de cualquier manifestación de la naturaleza viva.
Recuerda respirar consciente y profundamente: haz ejercicios de respiración profunda diarios, regulares, pero no violentos. Para ello, tendrás que superar la inercia, la pereza atávica que existe en el hombre, que lo detiene y lo empuja a descartar el esfuerzo necesario.
Pero si usted tiene la energía para superar de esta tendencia, usted será recompensado con un funcionamiento cada vez mejor de sus pulmones, mejor salud, pensamiento más activo y más fuerte, y un poder de trabajo desarrollado.
Beinsa Douno.