Así que necesitamos portadores de ideas, y sólo podemos dar este nombre a los hombres de luz, esos hombres con los que podemos llevarnos bien, entendernos . A medida que la luz penetra en todo el espacio y no se detiene frente a ningún obstáculo, como descubre a nuestros ojos los mundos distantes y el cosmos, por lo que nuestros pensamientos, nuestras sensaciones, que nacen de la luz, deben reflejar su calidad. Es por las reglas de la luz que uno puede le establecer una distinción mejor entre los hombres. Por lo que hombre culto, ¿el erudito se destaca? A la luz de su conocimiento.
¿El filósofo? A la luz de su razón que le revela el significado profundo de todo lo que es.
¿El poeta? Por la fuerza de su intuición divina.
¿Y por qué distingue el santo? Por la fuerza de la luz que lo penetra entero y le da la oportunidad de tener una idea justa de la vida de todos los seres y de compartir sus alegrías y dolores.
Y el estadista, finalmente, la política activa, ¿por qué deben distinguirse? Por la luz que les permite indicar a aquellos que representan el camino más favorable a su prosperidad y bienestar. Esta es la única manera en que la historia de los nuevos tiempos debe examinar las diversas cuestiones.
Es directamente de su fuente que debemos pasar la luz a través de nosotros. E, inmediatamente un resplandor, un jugo de pensamiento nos mostrará, de una manera natural, las relaciones y vínculos de todas las cosas que existen en la naturaleza, así como sus métodos de acción. El camino a nuestro pensamiento será iluminado; esta luz debe introducirse en nuestra conciencia y, a partir de ahí, en nuestros corazones para que pueda engendrar un calor agradable que actúa a la manera de los rayos del sol en las plantas1.
Los sentimientos más nobles nacerán entonces en nosotros. Nosotros también debemos llevar esta luz a nuestra voluntad, para que produzca esta fuerza plástica para la que no hay ningún obstáculo en la naturaleza. Durante miles de años, se ha dicho que para el hombre inteligente y noble todo es posible, porque, en todo lo que emprende, su acuerdo siempre es perfecto con las leyes de la luz. Estas leyes llevan dentro de ellas la sublime armonía del universo.
Y si nos pregunta qué hacer, le responderemos utilizando el lenguaje de la naturaleza. Te diremos categóricamente: decide con justicia de corazón pensar con claridad, à sentir noblemente y à actuar con total integridad.
Beinsa Douno.