La Música de la Naturaleza.

En la Naturaleza existen días llenos de música. Durante esos días uno   debe escuchar atentamente, ya que hay música aun en los ruidos distantes de la vida. En días como esos, cantar o tocar música es tan natural como respirar. Cuando nos reuníamos alrededor del Maestro siempre cantábamos sus canciones. Era una expresión natural de la Vida Universal. Aun así, en algunos días especiales en que nos alineábamos con ciertas escalas de la Naturaleza, las canciones sonaban diferente. Las harmonías surgían naturalmente, y las melodías estaban impregnadas de significados, abundancia e intensidad especiales. En uno de estos días estábamos alrededor de nuestro amado Maestro cuando surgió una pregunta acerca de la música de la Naturaleza.

El Maestro dijo:

Hay Seres que cantan en coro mientras se desplazan por el bosque. Hay harmonía en su música. Su canto no puede ser percibido con los oídos materiales. Es un canto etérico. Pero aun así es real. El viento y la tormenta son musicales, pero el oído humano carece de la sensibilidad necesaria para percibir esta música.

¡Cual es el concierto más sublime? La salida del Sol.

En la tormenta, los truenos, la caída de las gotas de lluvia, yo escucho música. Es un gran concierto.

Haremos un experimento con la luz del Sol. Dejen que les hable a ustedes, la luz contiene música.  No hay harmonía de tonos más sublime que la que emana de las vibraciones de los rayos del Sol.

El susurro de las hojas en los árboles es un tono que aparenta ser solo un ruido para el oído no desarrollado.  Ustedes van a conciertos y escuchan la música de Schuman, Mozart, Bach y Beethoven.  Pero si el oído estuviera más desarrollado en las personas modernas, nosotros preferiríamos escuchar el susurro musical de las hojas antes que las composiciones de los grandes músicos. Entren en contacto con este otro mundo musical.

¿Han escuchado la música de las flores cuando florecen, o el coro de los árboles frutales cuando maduran? ¿Han escuchado la música de las aguas cuando corren? ¿Han oído la canción de la brisa en el verano cuan­ do acaricia los árboles? Ustedes podrán decir que todo esto es una ilusión, pero no es así. Uno necesita el oído adaptado para oír estas canciones y unirse a ellas. Todo en la Naturaleza está vivo. Hay gran significado en todo lo creado por Dios. Hay música y canciones en todas las cosas.

Todo ser vivo produce sonidos. Imaginen que el total de la Naturaleza es una gran orquesta. El cuclillo es el percusionista: uno, dos, tres golpes y se detiene. Cada animal en la orquesta emite su propio sonido. ¡La Naturaleza es una orquesta majestuosa!

Los órganos del cuerpo humano, de acuerdo con las funciones que cumplen, también están definidos por tonos musicales. Por ejemplo, el corazón representa el do, el sistema respiratorio es el re, el hígado es el mi, los riñones son el fa, el bazo es el sol, la vesícula biliar es el la y el sistema digestivo es el si.

Cuando el sistema respiratorio humano funciona musicalmente en todas las escalas, decimos que se halla desarrollado normalmente.  Aun la menor perturbación en una escala, cambiará su tono, lo que acarrea discordia en otros órganos. Nosotros, a esta discordia, la llamamos “enfermedad”.

Para prevenir las enfermedades, ustedes deben proteger la integridad y frecuencia vibratoria de sus tonos.

Si ustedes entienden la clave y los tonos de su organismo, ustedes podrán transformar sus estados de modo de mantener el funcionamiento de su organismo en perfecto estado. Del corazón, la energía pasa al hígado. Esto implica que del corazón al hígado hay un conducto abierto, pero no del hígado al corazón. Por lo tanto, ustedes no deben dejar que sentimientos negativos entren en su corazón, ya que estos pueden afectar negativamente a su hígado.

Aquel que conoce y comprende la música de su organismo puede curar a cualquiera de sus órganos cuando se enferman. Si tiene un problema en su sistema respiratorio, el tocará o cantará música en que la nota re se repita a menudo. La vesícula biliar se trata con la nota la.

Cada miembro del cuerpo humano se asemeja a un instrumento, mientras que el total del cuerpo es una enorme orquesta con miles de instrumentos y miles de seres que cantan y tocan mientras la persona conduce. Ustedes son grandes conductores musicales.

Los seres humanos tienen billones de servidores: las células del cuerpo humano.

Todos los órganos del cuerpo humano emanan tonos, ondas de radio musicales.

Los Ángeles son muy musicales. Hoy en día hay obras musicales escritas en notas, pero no hay obras musicales preservadas del pasado. Uno debe buscarlas en los Archivos Musicales Angélicos.

¿Pueden ustedes percibir música de trescientos mil o quinientos mil vibraciones? Esta es la música angélica. Esa música podría fundir el hierro y el oro. Esta música puede curar las enfermedades más incurables. También hay música cuyas vibraciones son destructivas. Josué 6 cuenta lo que hicieron los judíos con sus cuernos: ellos rodearon las murallas de Jericó siete veces mientras tocaban, y las murallas cayeron. Si ustedes utilizaran esa música, en siete días podrían derribar todos sus impedimentos y obstáculos.

Ustedes dicen que sus corazones están heridos. Canten y toquen. No hay mejor método que este.

Temprano por la mañana los Seres Avanzados cantan en la Naturaleza.

Beinsa Douno.

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