Les doy una regla: para cada uno hay una energía divina particular que lo eleva.
Cuando te levantas por la mañana, no te apresures a ir a tu negocio de inmediato: párate. Pon calma y orden en tu interior para que esta energía divina te toque, entonces puedes comenzar tus actividades diarias. Usted puede ser el hombre más simple, pero si el espíritu divino viene a visitarlo, seguramente logrará sus metas y su máximo ideal.
Si el pensamiento, los sentimientos y la acción no participan conjuntamente en la oración, no es una verdadera oración. Entrar en su habitación secreta para orar al Padre Celestial significa: unirse con su alma pura y virgen. Sólo entonces entenderás el significado profundo de las cosas y por qué vives en la tierra. Desde este lugar resolverás las preguntas más difíciles e importantes. A los que están en dificultades, les digo: “Oren para conectarse con seres altos razonables que, en cualquier caso, pueden ayudarles”.
Alguien se dice a sí mismo interiormente: “¡Rezo pero no obtengo una respuesta!” La causa es que tu conciencia no está despierta, que tu pensamiento está distraído. La oración es tanto más eficaz, así como la conciencia es más alta. Por lo tanto, debemos orar de una manera nueva, con un estado diferente de conciencia. La conciencia humana es similar a una radio que emite y recibe ondas del espacio. Esto explica por qué la oración de algunos seres no puede elevarse más alto que sus cabezas. Cuanto más clara e iluminada sea la conciencia del hombre, mayor será la posibilidad de que su oración ascienda y sea recibida y contestada.
Beinsa Douno.