El «centro sagrado interior»

Nuestras vidas espirituales y físicas sólo tienen sentido cuando, como una rueda, y todas las partes unidas que la hacen girar. De lo contrario, necesita ser reparada, para poder volver a girar.

Por medio de la oración, le pedimos que nos armonice; la oración y la tonificación y la alimentación del corazón y también el respiración del alma, es una purificación que es necesaria para nosotros. Hablo de la vida y de la oración consciente, de este impulso ininterrumpido del alma a Dios, y no de la oración hecha sólo de palabras, recitada mecánicamente.

Los intereses de nuestra alma y de los de Dios son los mismos. Para no romper este precioso vínculo, sea cual sea la obra que hagas, hazlo con la idea de hacerlo por Dios. Si haces esto, siempre tendrás un impulso positivo en ti.

Se puede ver el siguiente ejemplo en la vida de cada hombre: un cantante con una voz hermosa, pero que canta sin alma, sin inspiración, revela que no tiene ningún interés particular en la vida, ningún impulso. Este cantante se enamora de una hermosa joven, entonces es interiormente alentado e inspirado. Las mil personas que lo escuchan no son nada para él; pero él tiene una foto delante de él y canta para ella solo! Logró un éxito que antes no tenía. Lo llamo el «centro sagrado interior» que atrae el pensamiento y da fuerza y en el que todo se unifica. No es una figuración externa, sino un estado superior de conciencia dentro de nosotros que puede regular toda nuestra vida, que expresa lo mejor de todo en la idea que nos anima.

Esta idea, la puedes encontrar en un hombre más evaporado que tú, y siempre la encontrarás en la imagen de Dios, en Su Amor. Dondequiera que encuentres esta imagen, guárdala preciosamente en ti. Te dará vida.

¿Cómo se transmite la vida? Primero se transmite a través del contacto interior y espiritual con la «llama» de la vida divina. Para sostener este impulso, esta llama, debe haber en nuestro intelecto, una constante afluencia de energías y pensamientos divinos.

Algunos dirán que todo es dado de forma gratuita por Dios. Pero entonces, ¿por qué no todos los hombres son iguales? Porque no todos los hombres buscan la vida de una manera correcta. Este pensamiento que todo es donado libremente por Dios es un pensamiento del Antiguo Testamento y lo traduzco al lenguaje del Nuevo Testamento.

Todo esto se les da como muestras por el Espíritu divino, para que reflexionen y trabajen. Si aplicas estas nuevas ideas cosecharás los frutos benditos de tus esfuerzos. La tarea del hombre es aprender y aplicar las grandes leyes de la vida.

Esto es lo que se lee en el Evangelio de Lucas, del versículo 10: «Aquel que es fiel en las cosas más pequeñas, también es fiel en las grandes. Es un pensamiento del Antiguo Testamento. Utilizo esta frase a la mencionada anteriormente: «Solamente es entonces, cuando los hermanos viven en la unidad del pensamiento.»

Beinsa Douno

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *