Comunión con la Naturaleza.

Donde quiera que el Maestro estaba, siempre había trabajo que realizar. Con su presencia, gradual e imperceptiblemente sin hacer planes de antemano, el mejoraba nuestro alrededor. Y por lo tanto, naturalmente, todo lo que lo rodeaba se embellecía.

Trabajar con el Maestro no era solo agradable, sino que además el trabajo tomaba características significativas. Todo lo que hacíamos estaba lleno de profundo significado. El Maestro impartía una idea específica en aun el más insignificante trabajo. El observaba todo lo que sucedía a su alrededor: el clima y como cambiaba, las dificultades encontradas en el trabajo y como podíamos superarlas, cuantos y quienes de nosotros deberían participar. Todos teníamos la impresión de que Él estaba en comunicación con el Mundo Inteligente que nosotros no podíamos ver. Su lenguaje también nos era incomprensible, pero a veces el Maestro nos ofrecía una traducción. Para El, todas las cosas eran instrumentos que indicaban que Ley de la Naturaleza Inteligente estaba trabajando a cada momento.

La persona sabía que vive en la Unidad de la Vida puede a veces inter­ venir para desviar ciertas fuerzas o para ayudar a que otras actúen, o puede poner en acción una Ley u otra. En esas circunstancias, él está actuando como representante de la Gran Consciencia. Sus acciones aparentan ser al mismo tiempo proféticas y milagrosas. Si uno es capaz de cambiar el paso de ciertos eventos, no le es necesario mover montañas para atraer una cierta Ley de la Naturaleza Viviente, solo hace falta mover una pequeña piedra, cuando uno lo hace con conocimiento y comprensión.

Mientras estudiaba la inclinada pendiente frente a la casa, el Maestro descubrió un pequeño manantial. El agua a penas si brotaba. El la tomo cuidadosamente, juntándola en una vasija. El luego construyo un sendero hasta el manantial, incluso con escalones. El planto una Idea en este trabajo y lo llamo »En Manantial del Bien’; el Centro Divino que dirige a la Vida   misma.

Cuando el manantial fue dedicado, el Maestro dijo:

La vida es un proceso continuo de revelación de las bendiciones Divinas. Toda la Vida es un constante descubrimiento de las cosas perdidas.

Beinsa Douno.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *