Hoy día la gente pregunta una a la otra: “¿Eres o no creyente?” Toda la gente en el mundo cree en algo. No he conocido a una persona que no crea. Pero hay diferencias en estas creencias. Un día un gran sabio llegó al reino, donde la gente sufría a causa de la hermosa hija real, acerca de quien he hablado; él llevaba una semilla de manzano y dijo a la gente: “Tengo el remedio para sus males. Un árbol crecerá de esta pequeña semilla – diez metros de alto, dará jugosos frutos – medio kilogramo cada uno; y todo aquél que pruebe estas frutas no será afectado por las miradas de la hija del rey. Este es el Árbol de la Vida”. Sin embargo, la gente no plantó la semilla ni espero a que diera frutos, sino que sólo la tomaron, pasándola de mano en mano, diciendo: “¿Han escuchado?, si se planta, ésta semilla crecerá hasta ser un árbol muy grande, que dará dulces frutos – medio kilogramo cada uno, y estos curarán los males.” Todos ellos empezaron a hablar acerca de la semilla, creyendo en el poder curativo de sus frutos. Finalmente, perdieron la semilla y entonces comenzaron a decir que todo lo que se les dijo acerca de ella era falso y estúpido; ¿cómo era posible que semejante gran árbol existiera, dando tales frutos?; eso era una mentira. Así que dejaron de creer.
Cuando alguien en la actualidad afirma que él no es un creyente, le digo: “Amigo, has perdido la semilla.” Puedes ser persona educada, seria, pero si no tienes esta semilla – el Amor – en ti, serás sometido a miles de sufrimientos. No me enfocaré en una explicación de lo que la religión es. La encontraréis vosotros mismos, porque ahora estoy hablando acerca del Amor. Me pregunto si tenemos esta semilla. ¿Quién entre los grandes científicos de siglos pasados y del presente, han llevado esta semilla? Algunos pueden replicar que Cristo. ¿Dónde está, podemos verle? Jesús Cristo sufrió, resucitó, pero veamos el fruto de su sufrimiento y de su resurrección. ¡La semilla se ha perdido!
Continua…
Beinsa Douno.