Durante un paseo matutino, el Maestro dijo:
Hay dos leyes que deben ser obedecidas por los seres humanos: recibir y dar. Uno recibe y da. Dentro de la Naturaleza, siempre se lleva a cabo un intercambio: ustedes necesitan dar y ustedes necesitan recibir. Nosotros queremos aferrarnos a las cosas. ¡Puedes aferrarte al aire?
No, tu solo puedes inhalar y exhalar el aire. De modo similar al inhalar y el exhalar del aire, ustedes deben dar tras haber recibido. Inhalar representa recibir, mientras que exhalar representa dar. Si ustedes no exhalan, no podrán recibir nuevo aire fresco. Una vez que han dado, entonces ustedes tienen la posibilidad de recibir.
Cuando comenzamos a recibir más de lo que damos, el sufrimiento aparece. los árboles frutales les dan a las personas abundantemente. Nosotros debemos aprender de la generosidad de los árboles. Sean generosos y den abundantemente.
Ustedes deben verse a sí mismos como si fueran carreros. Cuando ustedes están repartiendo cartas, ustedes están dando. Ustedes serán compensados apropiadamente por este servicio. Pero si ustedes no entregan las cartas, ustedes serán tenidos como responsables. les preguntarán:”¡Que has hecho con las cartas?” Nosotros somos solamente carteros, ya que todas las cosas en el Universo, la luz, el agua, el aire; las ropas, vienen de Dios. Quédense con esas bendiciones Divinas que pasen por su camino durante un tiempo, y luego regálenlas. Entreguen el resto, compartan con otros.
Hay una cierta ley en la Naturaleza. Si alguien viene a mí y yo solo tengo una manzana, yo me digo: “O yo como la manzana o se la doy a esta persona para que la coma”. Y entonces le doy la manzana a esta persona. Poco tiempo después me encuentro con otra persona que me da dos manzanas. El cumplimiento con las leyes de la Naturaleza consiste en lo siguiente: lo que piensas, sientes o haces por otros vuelve a ti. De acuerdo a esta ley, ustedes recibirán tanto como han dado.
Beinsa Douno.